martes, 14 de diciembre de 2010

Otro pedazo de mi vida por el fregadero

Ay, negra, si tú supieras...
La esposa triste se bañaba...
No duerme nadie por el cielo...
Qué bien se yo la fuente que mana y corre...
A dibujar esa rosa...

¿Quién te escribirá canciones de amor?

Pues ahora ya nadie, nadie, nadie, no duerme ya nadie.



viernes, 10 de diciembre de 2010

¡Ah, qué buen vasallo si hubiere buen señor!

Todo el mundo alaba de forma unánime el All-Star Superman de Morrison y Quitely. La unanimidad siempre es una cosa sospechosa; con decir que sólo se da en las dictaduras, las iglesias y en la apreciación artísitica colectiva del All-Star Superman, rematada con no se cuántos premios Eisner (equivalente al Oscar para los comics en USA)...

la línea All-Star de DC Comics da libertad creativa y de ritmo de trabajo a guionistas y dibujantes de primera división, sin escatimar nada, para que escriban historias que revitalicen y revaloricen las principales propiedades de DC (Batman, Superman...). Hasta ahora sólo llevan publicados el Batman y Robin de Miller y Lee y el Superman.

Frank Quitely (Quite Frankly) ha colaborado muchas veces con Morrison. Así de memoria en New X-Men, en Los Invisibles, en We3. Y siempre es él mismo. Manierista, personal, de anatomías anoréxicas y piernas imposiblemente largas. Recuerda mucho a El Greco. En esta historia es el responsable del proverbial menton cuadrado de Superman, de ese cuello absurdamente grueso de granjero de Kansas adicto a los esteroides y de una Lois Lane sque resulta sexy según la sensibilidad contemporánea. También es el responsable de dejarse colorear por Grant, que demuestra cuánto han avanzado las posibilidades cromáticas en los comics desde los tiempos clásicos de la cuatricomía.

Todo este comic es un ejercicio neoclásico, en el sentido esteticista del término, revisitando los planteamientos del superman primigenio desde una sensibilidad más moderna y desde mayores posibilidades técnicas, pero siempre respetuoso y fiel a los planteamientos originales. Y es en este enfoque noeclásico donde reside la clave del éxito de este tebeo. Es el tebeo ideal para el adulto que de pequeño leía Superman y -tantos años después- empieza a hojear este y se vuelve a enamorar. 

Pero no es mucho más: Superman sigue siendo igual de bobo que hace cincuenta años, las tramas siguen siendo igual de improbables -incluido el que unas gafas y un cambio de peinado basten para que nadie reconozca a Kal-El cuando se disfraza de Clark Kent-, etc. 
Hoy ya no hay sitio para la exploración de la soledad del superhombre y su complejo de Mesías. No después del Miracleman y del Dr. Manhattan de Alan Moore. En un mundo decadente y posmoderno, el narrar peripecias acartonadas y simplistas de personajes-más-grandes-que-la-vida, repitiendo por milésima vez los planteamientos, no aporta absolutamente nada al acervo cultural de Occidente. 

Hay quien dice que los superhéroes no deberían evolucionar, que cuando pierden su ingenuidad, pierden su grandeza arquetípica. Que humanizarlos es bastardizarlos y prostituirlos y vulgarizarlos.

Pues bien, quede este superman para los nostálgicos de la repetición infinita de la misma historia, para los muy partidarios del eterno retorno de lo idéntico. Para los que necesitan que la tierra sea algún día del superhombre.

Yo me muevo a la siguiente casilla porque francamente...


lunes, 6 de diciembre de 2010

Es un mundo extraño. Mantengamoslo asín.


Hay un bar en una región remota de Kazakhstan que se llama El Ultimo Trago. Está en las inmediaciones de una base ex-soviética en la que se realizan pruebas nucleares subterráneas. Los soviéticos, con esa mezcla de materialismo histórico y espiritualismo neo-ortodoxo que les caracteriza financiaron una división investigadora que


...estableció que el alma humana es un campo electromagnético. Las soluciones de las ecuaciones proporcionan autovalores que se pueden interpretar como dos polos atractores en contraposición. Como si el Cielo y el Infierno fueran dos máquinas de guerra en lucha eterna la una contra la otra, y como si las almas fueran su carbón, su combustible.

En este bar es donde se estafa a La Otra Vida. Los campos electromagnéticos son destruidos terminalmente por las explosiones nucleares. Los que quieren escapar de la rueda del Karma, los que no están dispuestos a pasar la eternidad en el infierno pero que tampoco aceptan rendir homenaje al Altísimo, acaban enterándose de la existencia del bar por algún susurro en Internet. Toman su última copa aquí y se hacen una foto. La tradición es clavarla en el corcho de la pared.

Después se atan a una prueba nuclear subterránea.
 ¡Por los muertos triunfantes!...

Algo así decía Ellis en Planetary. I am not going to check the accuracy of the quotation. No way.

sábado, 4 de diciembre de 2010

El espectáculo debe continuar.

by Rorschach

Ya se, ya se. Ya no es lo mismo. Pocos posts. Y erráticos. Y de calidad mediocre. Pero es que la verdad es que mi vida atraviesa por unos momentos muy complicados. A los problemas de salud y el cambio de ciudad de residencia y de trabajo, hay que sumar que no me he recuperado del deceso de Ozy. Y no lo haré. Pero no podemos languidecer simplemente por la ausencia del tristemente. Así que inauguramos otra etapa en Misurros.

Le sustituye Sushitoro que, aunque no se llama así, podría hacerlo. Con ustedes. Mallorquina y parte de la casi inexistente lumpen-inteligentsia de Palma. De verbo acerado, cínica y juguetona, probablemente nos regale con momentos de epifanía. O no. A veces sólo se entiende ella. Depende de en qué fase de la medicación esté.

A regañacolmillos ha aceptado, pero lo hará. Las reglas son las mismas de siempre. Y como no podría ser de otra manera, la primera regla de Misurros y Berreas es que no se habla de las reglas de Misurros y Berreas. Por lo demás. Posts intercambiables de manera que no se sabe quien está a la sombra de quién...
Welcome to the house of pain, Sushitoro.

sábado, 13 de noviembre de 2010

El General en Africa

Mejor con la de la cara tapada. Se ve que le queda algo de vergüenza. Como a mi. Como a España que llora a Cuba y que se prepara ya para llorar a Africa. Esto está visto. Lo único que vamos a sacar de aquí son cadáveres y galones. O si no, con la colipoterra desorejada del corsé de avispa, la que huele a pachulí y a bidé. La reina de Saba. O de Babilonia. O de Madrid, del Madrid que le priva a Acosta, claro, el de las correrías del Rey que están en boca de todos, el del foxtrot y el charlestón paganos, el de las recomendaciones y los chupatintas y los ateos y los bohemios y los masones y los judíos ¡Ay, como me duele España! Anotar esto de cómo me duele España para cuando escriba mi novela. O para cuando escriba la historia, la Historia.

O primero con la una y después con la otra. Total esto sólo lo voy a hacer una vez, por probarlo, y para que me deje en paz este Acosta que se cree que ser hombre es ir de putas, ya le enseñaré yo que ser un hombre es salvar a España, aunque la tenga que dejar desierta, aunque no quede nadie para verla.

La una. Ven, Rosa de Alejandría, roja de noche, blanca de día, porque te voy a llamar Rosa, por ese lienzo en tu rostro que tapa tu sed como los pétalos que apenas ocultan un pistilo húmedo colorado carmesí, que esta es la poesía que me enseñaban en A Coruña, oliñas venen e van. Y además muda, hay que jeringarse, que no te puedo pedir que me digas mi general, así, así, así me gusta a mi, mi amor, mi caudillo, mi salvador, mi generalísimo, que no chillarás como aquellos moros cuando los degollábamos en Dar Drius, o como aquel matón de la Academia de Zaragoza, o como chillará Acosta algún día. Pero aun así.

Lo se todo en la teoría pero ay, que distinto es imaginarse unas tetas que ver las tuyas cómo te las estrujas, cómo se yerguen, como se mueven, el foxtrot del bamboleo y bueno por no hablar de ese culo, eso si que es un culo y no el de los legionarios ¿por qué me lo ofreces? Si yo no lo he pedido. Aparta de mi este caliz, ¿qué va a pensar de mí la posteridad?

No me hagas desfilar con mi una grande libre enterrada en tu águila nimbada de San Juan, no me digas que plus ultra, que muchísimo plus ultra, grandísima zorra, cómo te atreves a decirme que aunque sangre la granada, que te de con las cadenas de Navarra y que, león, me dices, león, los dedos en mi  castillo y limpiatelos en el oro de mi espalda, como si fueras Wifredo el  Velloso, el que lo dejó todo atado y bien atado, átame, corazón, pero yo no te pongo el yugo sino que te tiro de las orejas hacia atrás para seguir clavándote las flechas una y mil veces y en fin que me duermo con mi azor todavía tumefacto embutido en tu valle de los caídos, que se estrecha me aprieta me sorbe me mata y no, no te llamaré Rosa, creo que te llamaré España.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Aterradora simetría

Cuando tenía veinticinco, pensaba que me jubilaría a los treinta y cinco.
Ahora tengo cuarenta y cinco.
y aquí sigo, trabajando para mi Amo y recordando (o imaginando)los días de vino y rosas, devolviendo valientemente la mirada al abismo.

Brindo por los amigos perdidos.seguro que están metiendole el dedo en el ojo a Satanasa. Os añoro.

viernes, 10 de septiembre de 2010

La Solución Final

¡Me encanta el olor del napalm al amanecer!

mmmm.

Me encanta también el color amarillo del humo del napalm. Me encantan las llamas, más amarillas que rojas.

No es difícil hacer el napalm, como sabe cualquiera que haya leído El Club de la Lucha. Basta con poner gasolina al baño maría e ir añadiendo jabón lagarto rallado hasta que la mezcla alcance la consistencia de un gel espeso. Sólo hay que tener cuidado con su alta inflamabilidad.

Hoy sí ha salido de la madriguera a plena luz del día el topo de los huevos. Parecía un superhéroe, el cabrón: La Antorcha Mustélida, le llaman, al miserable roedor. Nunca imaginé que tuviera una voz tan chillona.

Se vende finca urbana en Galizia, con permisos de edificación y libre de plagas. La demolición va por cuenta del comprador. Precio Negociable. Después de todo, ¿para qué quiero yo una casa en el puto campo?

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Radical

Tengo que admitir con humildad que había subestimado al enemigo. Sigue aquí. Ya no se qué hacer. sólo me falta llamar a una meiga y hacer un conxuro. Tengo que tranquilizarme. No es para tanto.

Además, ¿para que quiero un jardín? ¿para estar siempre cortando el cesped? Pues anda que no hay campo. Me han dado tres presupuestos muy económicos para solar de cemento el jardín, y poner por encima cesped artificial.

Y tan ricamente.

Y al primero que se ría, le retiro la amistad y le parto el alma.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Daños colaterales

Creo que ha muerto. No he conseguido encontrar el cadaver, aunque he levantado todo el cesped buscándolo, pero seguro que ha muerto.


Y de paso me he librado de la gata y su prole nonata. Debió probar el estramonio, la muy. Bueno, selección natural, que le den. Más problemático ha sido lo del hijo de mi amiga que jugando en el jardín debió también probar el estramonio. No ha muerto, pero menudo número, con ambulancia y UVI incluidas.

Gumersindo, te echaré de menos.

¡¡¡¡¡¡¡¡JAJAJAJAJAJAJAJAJA!!!!!!!!!!!!

martes, 31 de agosto de 2010

Estramonio

Este topo está haciendo de mi vida un infierno. Uno de los gatos ha desaparecido. La gata está preñada. Los muebles arañados y las cortinas huelen aproximadamente igual que la fábrica papelera de Marín.

Llevo unos días que creo que a veces oigo al topo por la noche. No me extrañaría que se comiera el aislamiento de los cables eléctricos; merecería la pena el cortocircuito y el tener que arreglar la instalación por ver el topito calcinado.

-¿Quién se ríe ahora, hijo de la gran puta? - le diría.

Pero me he documentado. He plantado estramonio en el jardín. Dicen que no falla. En cuanto se lo coma, la palma. Telón, que entren los metesillas y los sacamuertos y se lleven el cadaver de Gumersindo. Se acabó el espectáculo.

domingo, 29 de agosto de 2010

Temporada de topos

¡Claro! ¿Cómo no lo habré pensado antes?

¿Cuál es la forma que se usa desde tiempos inmemoriales para acabar con los miserables roedores?

Pues los gatos, coño, los gatos. He comprado dos. La verdad es que la casa huele como el culo de un enfermo de disentería pero ya me ocupare de eso cuando acabe con el puto topo.

viernes, 27 de agosto de 2010

¡Es la guerra!

La Naturaleza es persistente. Muy persistente. El topo ha vuelto. Otras dos salidas de túneles ¡JUSTO EN MITAD DE MI PUTO JARDÍN!

Vale, tú lo has querido, hijo de la gran puta, vas a saber ahora de lo que es capaz un Homo Sapiens cabreado. Persistencia, ciencia y astucia contra tu insistencia ciega y sin sentido. No tienes ninguna probabilidad.

¡Huye o muere! No pienso tomar prisioneros.

Una solución de Zotal inyectada en cada uno de tus hediondos agujeros y a ver qué pasa. Espero que tu infecto cadaver sea un excelente abono para el cesped que has arruinado.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Luego pasa lo que pasa

Alucino:

Según MysiteWorth, que es una web especializada en calcular el valor de una propiedad de internet, por su potencial publicitario, basándose en el número de visitas, la relevancia en las búsquedas, las referencias externas etc. Misurros.com vale casi US$ 20.000

Estimated value based on potential ad (Adsense, etc.) income"misurros.com" is worth $19,349 USD


Agradecemos esta película a los quinientos mil chinos que murieron para realizarla.

Esto de internet es la caña. Yo no es que lo dude, pero si alguién ofrece 18000 dólares, la vendo mañana. Casi aunque sean dólares del Monopoly. Tambien admito libras turcas... y mortadelos, por supuesto.

lunes, 23 de agosto de 2010

Requiescat in Pacem

En el día de hoy, el sistema de túneles del topo Gumersindo ha sido inundado exhaustiva y concienzudamente por su seguro servidor. Tengo el jardín hecho un barrizal pero el topo debe tener agua hasta en el píloro y todo su sistema de túneles ha sido destruido.

Lo siento, Gumersindo pero es lo que hay.

sábado, 21 de agosto de 2010

El puto topito

Pues el muy cabrón no ha vuelto a hacer las salidas que le taponé, sino que ha hecho otras en otros sitios.

Vale, pues a ver quien se cansa antes. Supongo que acabará entendiendo el mensaje.

viernes, 20 de agosto de 2010

Negrísimo




Le dice el médico al paciente:

-Tengo dos malas noticias para usted. La primera es que tiene cáncer.
-Doctor, ¡pero esto es horroroso! ¿Cuál es la segunda noticia?
-La segunda noticia es que tiene Alzheimer.
-Bueno, por lo menos no tengo cáncer.

Josh Bazell, en Burlando a la Parca, Ed. Anagrama.

jueves, 19 de agosto de 2010

Topetazo

Hasta aquí hemos llegado.

No tengo nada contra los topos pero que le agujeree el cesped a su puta madre. Sólo voy a tapar las salidas de la madriguera y ya está.

Los bichos están bien pero hay que poner unas reglas. Joder que el jardín es mío.

martes, 17 de agosto de 2010

El topazo

Pues la verdad es que ya se está pasando. Me está dejando el cesped hecho unos zorros. Dicen que si en vez de cesped pones gramón, les cuesta mucho penetrarlo, pero es que a mí me gusta el cesped.
Es que parece que va cagando una vaca por el jardín.

En fin, le dejaremos unos días más, a ver. Y no le voy a poner más jamón a ver si extiende su red de túneles por otro lado.

lunes, 16 de agosto de 2010

Topos

Pues la verdad es que puede ser más de uno, a juzgar por el número y tamaño de las bostas de tierra removida.

No, he leído en internet que los topos son animales muy territoriales y que sólo puedes tener uno porque no se aguantan unos a otros; como si fueran humanos.

Así que todas las bostas son cosa de Gumersindo. Es un fenómeno. Por lo visto sólo aparecen mientras se están construyendo la red de túneles de su madriguerita. Luego ya no aparecen más. A ver si acaba.

El jamón York sí le gusta, o se lo ha comido un gato, que también puede ser.

No, seguro que ha sido el simpático y voraz mustélido.

domingo, 15 de agosto de 2010

Topo

Tengo un topito en mi jardín. Galizia es lo que tiene, que abundan los topos y los topillos (no confundirlos). Será por la humedad y el verde y eso. El topo es un animal que airea la tierra y se come a los insectos, sin perjudicar a las raices de las plantas.
Mola tener topo. Bueno, no es mío pero como si lo fuese. Somos copropietarios. He decidido que se llama Gumersindo. Creo que a los topos les gusta el jamón York. Veremos.

domingo, 8 de agosto de 2010

Semiótica Mágica


"Creemos que inventamos los símbolos. La verdad es que los símbolos nos inventan; somos sus criaturas, con la forma que nos dan sus bordes duros y distintos. Cuando los soldados hacen su juramento se les da una moneda, un asimi acuñado con el perfil del Autarca. Cuando aceptan esa moneda, aceptan todos los deberes y las cargas de la vida militar -son soldados desde ese momento, aunque no sepan nada del manejo de las armas. No lo sabía entonces pero es un grave error creer que debemos conocer tales cosas para que nos influyan; de hecho creer eso es creer en el tipo de magia más supersticioso y sin base alguna. Sólo el aprendiz de brujo tiene fe en la eficacia del conocimiento. Las personas racionales saben que las cosas actuan por sí mismas o no actúan en absoluto."

Gene Wolfe, La Sombra del Torturador

sábado, 7 de agosto de 2010

¿Qué me llevo a la playa 20100801?: Eskerresultadekedormíme

Nuestra tradicional entrada veraniega de sugerencias aleatorias de libros y tebeos a disfrutar mientras te sudan las axilas, te pica el pecho con tanta crema y tanta mierda y encima se te mete la arena por el culo, queda deslucida este año por mi cabecita loca: Eskerresultadekedormíme en la crítica y crucial madrugada en la que cogía manta y merienda y me encaminaba al litoral. Y es que no se puede ya a ciertas edades apurar hasta las heces el cáliz del rodriguismo setentero y urbanita. Que ya no estamos para cerrar Madrid, sino para sopitas y buen vino y Estipendium pecati, mors est.

Así que, pues, lo que había en la mesilla, que fue lo único con lo puede arramblar en microsegundos, mientras simultáneamente me ponía los pantalones, blasfemaba en varios idiomas y decidía si no ganaría unos preciosos minutos lavándome los dientes en el coche.

La lista pues tiene mucho de escasa, de desequilibrada, de inopinada y de aleatoria pero también tiene el discreto encanto de lo sorprendente y el acicate que necesitáis para tal vez dar el paso ese que os falta para percataros de que los libros físicos son un atraso fetichista y que en realidad donde están los libros bien y donde deben estar es en la Red (ahora se dice Clau, o Clou, o Cloud, o algo, pero es el mismo perro, la meretriz babilonia de siempre). Allí están todos, son gratis -como todo-, no ocupan sitio en la maleta y los tienes accesibles en cualquier situación y dispositivo.

Algo setentero, de humor negrísimo, viajes en el tiempo y bombardeo de ciudades: Matadero Cinco, de Kurt Vonnegut

Algo inclasificable: La Subasta del Lote 49 de Thomas Pynchon

Un thriller bien escrito, lo que constituye realmente una rara avis en el adocenado panorama de best-sellers: Complicidad de Iain Banks

Un paréntesis en una de las únicas colecciones de Space Opera contemporáneas que merece la pena: El Estado del Arte de Iain M. Banks

Un libro de Ciencia-Ficción de cuando la ciencia-ficción era la expresión literaria más interesante del momento: Cities in Flight de James Blish

Manierismo y posmodernismo destilados y seminales: Planetary (Edición Absoluta, Tomo II) de Warren Ellis


¿Qué más se puede pedir? Pues... herpes, talco y tecno-pop.

domingo, 25 de julio de 2010

Quedan un día y cinco horas

¿Una nueva era en los juegos de ordenador o una secuela para hacer caja? ¿Por fin un juego de estrategia en tiempo real multijugador a la altura del estado del arte, o más de lo mismo?

Veremos. A partir de las 00:00 CET del 27/07/10 se puede comprar, en FNAC, en el Corte Inglés, en Media Markt...  o descargarlo, claro. En España no abre ninguna tienda a medianoche porque para eso somos el Segundo Mundo, así que a descargarlo.

¿Tienes fuego?

domingo, 18 de julio de 2010

...la del que huye del mundanal ruïdo...

Esto es lo que se ve desde mi dormitorio. Si buscas atentamente en la foto, podras ver una náyade, una ménade, una silvana, una meiga morena y dos bacantes. Están escondidas entre follajes y claroscuros. Mola. Lo único es que entre semana, en invierno, no hay mucho ambiente. Por eso cuando acaba Estío me voy a Madriz. No es tan bonito pero hay más actividaz.

viernes, 9 de julio de 2010

Los Clásicos: ¿Sueñan los ancianos con pasados míticos?




Casi todo el mundo ha visto Blade Runner, Desafío Total y Minority Report.

Muchos saben que las historias originales de las tres películas son de un tal Philip K. Dick.

Incluso bastantes saben que el original de Blade Runner se titulaba ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, gran título donde los haya.

Pero la cultura general sobre Philip K. Dick acaba aquí. Casi nadie lo ha leído. ¿Para qué?

Muy pocos saben que se trata de uno de los escritores más originales e influyentes de la ciencia-ficción e incluso de la literatura norteamericana del siglo XX. Que se le puede comparar sin ruborizarse con Franz Kafka, con Italo Calvino, con Kurt Vonnegut o con Jorge Luis Borges.

PKD escribió decenas de novelas -sólo una que no era de ciencia-ficción: Confesiones de un artista de mierda- originales, metafísicas, torturadas, en las que el paisaje más o menos tecnófilo y más o menos alienígena es sólo uno de los alicientes. PKD no es un escritor de personajes (apenas nombres que hablan, como los de los diálogos de Platón) ni de peripecias que te hagan pasar siempre la a siguiente página para descubrir qué ocurre a continuación, pero si es un escritor metafísico que habla de los dilemas torturados de seres humanos tristes; de angustia, de religión, de drogas, de política, de la identidad, de la salud mental y la locura.

El mayor reconococimiento que obtuvo -el premio Hugo- le vino en 1963 por El Hombre en el Castillo, distopía que hipotetizaba una América bajo el poder nazi, tras un desenlace alternativo de la Segunda Guerra Mundial. También en 1975 rozó la fama cuando ganó el John W. Campbell Memorial con Fluyan mis lágrimas, dijo el policía, sobre una estrella de la tele en un estado policial.

Se casó unas cuantas veces y la mayor parte del tiempo vivió si no en la pobreza, con poco desahogo económico.

Philip K. Dick tuvo un historial de diversos problemas mentales e incluso un diagnóstico -muy discutido con posterioridad- de esquizofrenia. En 1974 tuvo una serie de alucinaciones que le marcaron profundamente y pasó el resto de su vida obsesionado con ellas y con su interpretación. Sus últimas novelas (Valis, La Invasión Divina y La Transmigración de Timothy Archer) viran claramente hacia lo teológico. Tras sus visiones, PKD dijo muchas cosas, entre ellas que además de ser PKD era Tomás, un cristiano del siglo I perseguido por los romanos... o que había sido poseído por una entidad superior benigna y trascendente... o que un satélite alienígena se comunicaba con él.

Quiero creer que mucho de lo que decía lo hacía solo porque era original, provocador o divertido, pero no estoy seguro en absoluto.

Murió en 1982, a la edad de cincuenta y cuatro años, de un ataque al corazón.

Ultimamente me he releído La Invasión Divina, en la que Jehovah, expulsado de la Tierra tras el fracaso del experimento Jesucristo, embaraza a una colona espacial y la convence a ella y a un Pepe para que vuelvan a la tierra, gobernada por los secuaces de Belial:

-Cardenal, ¿no es un hecho que en los países católicos, especialmente en los del Tercer Mundo, no existe prácticamente clase media? ¿Que la Iglesia tiende a establecerse en lugares en los que hay una elite muy rica y un grueso de población muy pobre con apenas educación y sin esperanza de prosperar? ¿Hay alguna correlación entre la Iglesia y esta deplorable situación? [...] ¿No ha impedido la Iglesia el progreso económico y social durante muchos siglos? ¿No es de hecho la Iglesia una institución reaccionaria dedicada a que medren unos pocos y a explotar a la mayoría, basada en la credulidad humana? ¿No sería esta una declaración justa, Eminencia?

...

Un hombre vino a ver al gran Rabino Hillel y le dijo
-me convertiré si me enseñas toda la Torah mientras aguanto a la pata coja.
Hillel dijo:
-lo que te sea odioso, no se lo hagas a tu vecino. Esto es la Torah; el resto son comentarios. Ve y aprendelo.

[Esta regla dorada no está donde creeéis sino en Levítico, capítulo 19, versículo 18]

...

Haznos dignos, Señor. Prestanos tu espada de poder. Danos tu silla de justicia para montar el semental de... No pudo acabar el pensamiento. Era demasiado intenso. Apresurate a nuestra ayuda, terminó, y levantó la cabeza. Una sensación de triunfo le inundó, como si -pensó- hubieramos atrapado algo que fuéramos a matar. Lo hemos cazado. Y morirá. ¡Alabado sea el Señor!

Desgraciadamente, Philip K. Dick ha muerto...

martes, 6 de julio de 2010

Musa de Fuego #3

Todavía no está publicada en castellano. No se quién tiene los derechos.

Es una noveleta de ciento y pocas páginas de un escritor brillante, irregular y decadente. Decadente como la ciencia-ficción. Cuando discuto con Juanito siempre niego que la ciencia-ficción esté moribunda, pero ahora que no nos oye tengo que admitir que sí. Este es de los mejores y no es ni una sombra de lo que ha sido. Ni una sombra de aquel sombrío que asombró al mundo cuando publicó Hyperion en 1990, una novela que acaparó todos los premios con una imaginación y una calidad literaria sin parangón en la ya adocenada vulgaridad de un género que apenas produce fantasías didácticas mormonas o tratados de autoayuda para niños enclenques.

La verdad es que cuando uno piensa en la buena ciencia ficción, casi siempre se remonta décadas, sea uno de James Blish, de Alfred Bester, de Frederick Pohl, de Gene Wolfe....

Dan Simmons -como la ciencia-ficción- tampoco es lo que era. Pero quien tuvo, retuvo. Amor por Shakespeare que trasciende la peripecia (Romeo, Macbeth, Hamlet y Mucho Ruido y Pocas Nueces) y poco más: Una cosmogonía paleta y una trama pueril. Aparte del Shakespeare que permea todo, sólo algunos brillantes momentos imaginativos, con alienígenas más creíbles y casi menos planos que los personajes principales. ¡Qué triste que sea de lo mejor de c-f que he leído últimamente!

Pero claro, si echamos una mirada a los diez libros de ciencia-ficción más vendidos de Amazon.com
encontramos:
Uno de R.L. Stevenson, otro de Mary Shelley, otro de H.G. Wells, dos de Ayn Rand y otro de Star Wars. Parecería que el favor del público nos ha abandonado definitivamente... ¿Quedamos sólo cuatro friquis a los que nos gustan estas cosas?

sábado, 3 de julio de 2010

Musa de Fuego #2

Quién me diera una musa de fuego que os transporte al cielo más brillante de la imaginación; príncipes por actores, un reino por teatro, y reyes que contemplen esta escena pomposa
William Shakespeare, prólogo de Enrique V


 El cuadro es de Howard David Johnson

sábado, 26 de junio de 2010

Musa de Fuego


Pitonisas calcáreas recreando plénticos,
Saturninos hoyuelos proletarios y tornasolados
Cantan descarados como valquirias ebrias.

Doce veces, doce, los despreciables castornales retornaron.
Al viento su perfidia, su desprecio, su molicie y su maloliente almizcle.

Sobre la colina hespóntica de hielo negro y resconciales
Gañir el presuntuoso percute sus timbales profanos con tibias de trasgo:
 
¡Elohi, Elohi, hijos del Cunningham, acudid!
Que las marcelas lloren a sus cachorros en esta ternura
Que vuestras cubinas fantaseen lascivamente con sus recuerdos aún
templados]
Pero que ni unos solo de los nazaríos vuelva a mostrar su tonsura en
poniente.]
¡Ni uno, ni uno, Elohi, Elohi!

Descansa la Parca sobre el regazo del peculio
Anochece en rápida espiral sobre esta Samarkanda impía
Pero nunca los hoyuelos repiten sus convulsiones.
Sólo avisan una vez. Luego callan.
Callan, callan, callan por siempre.
Tragan ansiosos la miel de los bardos y luego...
... Luego el calcáreo y magnifico silencio de las pitonisas.


viernes, 18 de junio de 2010

¡Galiza ceibe!

Pues Marijuli (costilla, comadre, polvo, heredera) hizo el otro día una ternera que estaba santa, de Hossannah en las alturas y de santo eres en verdad, Señor, fuente de toda santidad. Cierto que siempre apoya la compañía, claro, y también regarla generosamente con generosos caldos de color profundo, ya que no del Minho, del Douro.

Como estaría la Santa Ternera, que hasta los pescatorenses más recalcitrantes se deshacían en halagos, entre lágrimas sentidas.

Así que, por petición popular, va por ustedes:

Santa Ternera Gallega
 
(para cuatro)
 
  • 1.200 grs. carne ternera (pieza de tapilla)
  • 2 cebollas enormes
  • 4 patatas tremendas
  • ajo, perejil, sal y estas cosas
  • aceite de oliva (vírgen, si no es un mito)
  • 1 vaso de vino blanco (resiste la tentación de ser generoso al respecto)
  • 2 clavos
 Cortamos la carne en 4 trozos y aliñamos con el ajo, el perejil y la sal.
 
En una cazuela amplia, ponemos aceite de oliva y doramos las cebollas cortadas en juliana. Dejamos hasta que tengan un color marrón oscuro pero que no estén quemadas. Retiramos a un plato y reservamos. Recuerda que como en todas las cosas importantes de la vida lo importante es no tener prisa.
 
En el mismo aceite de dorar las cebollas, doramos la carne.
 
Añadimos las cebollas, el vino blanco y los clavos. Si fuese necesario añadimos un vaso de agua (o de buen caldo, que no sea de pescado). Cubrimos la cacerola y dejamos cocer hasta que la carne esté bien tierna, pero no deshecha. Lento, lento, fuego muy lento.
 
Retiramos la carne a una fuente y pasamos la cebolla y la salsa por el pasapurés. Se formará una salsa muy cremosa de la que no debes desperdiciar ni una gota.
 
Se cortan las unas patatas en cuadrados grandes y se doran en una sartén. Las ponemos dentro de la cazuela y cubrimos con la salsita. Dejamos cocer hasta que estén tiernas. Introducimos nuevamente la carne para que se caliente bien y se sirve con pimientos.
 
Si es viernes, luego con los cafés sacas los oruxeiros, y ya tienes una noche inolvidable. Y esto es sólo el comienzo...

viernes, 11 de junio de 2010

Black Betty

Ram Jam (1977)

whoa, black betty (bam-BA-lam)
whoa, black betty (bam-BA-lam)
Black betty had a child
The damn thing gone wild
She said "I'm worrin' outta my mind"
The damn thing gone blind
I said oh black betty
whoa, black betty


whoa, black betty
whoa, black betty
She really gets me high
You know that's no lie
She's so rock steady
She's always ready
whoa, black betty
whoa, black betty 




Whoa, black betty
Whoa, black betty
She's from birmingham
Way down in alabam'
Well' shes shakin' that thing
Boy she makes me sing
Whoa, black betty
Whoa, black betty
BAM-BA-LAM

Me encontré esta canción en el Palermo, entre Bad to the Bone de George Thorogood and the Destroyers y Highway to Hell, de AC/DC, en la parte heavy de la noche oscura, entre el Trance y el Industrial Sound en el pub más recóndito y de mejor música de Madrid, lo que es decir mucho. No sabía cuál canción era y me pareció cojonuda, por loque le pregunté al pincha; el resultado fue que o yo estaba muy borracho o el era kazako, porque no entendí nada ninguna de las tres veces que le pregunté, así que le pregunté a Shazam, que identificó la canción, que compré desde el teléfono en Itunes sobre la marcha (0.99€)

A pesar de la pinta entre lobotomizada y hortera de estos barbudos setenteros y metrosexuales, la canción es buena y fue un éxito en su momento. Ram Jam es una de esas bandas con un solo éxito. A Ozy le encantaban, sobre todo el del bigote.

La canción tiene decenas de versiones. Por ejemplo esta del siempre inquieto e incomprendido Tigre de Gales.

Tom Jones (2002)

con alguna variación más contemporánea de la letra:

Black Betty had a child, bambalam
She swears its mine, bambalam
She must be out of her mind, bambalam
She must think I'm blind, bambalam


Oh Black Betty, bambalam
Oh Black Betty, bambalam
Oh Black Betty, bambalam
Oh Black Betty, bambalam


Monday she got me arrested,
On Tuesday up in jail,
Wednesday my trail was attested,
Thursday she posted my bail,
Friday we went walking,
Saturday I was outta my door,
On Sunday we was talkin,
Back on Monday she pawned all my clothes

Entre las versiones más personales, me quedo sin duda con la de este bastardo de Leonard Cohen:
Nick Cave and the bad seeds (1986)



Pero si uno profundiza un poco en Betty la Negra, encuentra cosas interesantes. La primera grabación es la anexa de  Leadbelly. Leadbelly (Tripa de Plomo) es uno de los popularizadores del folk negro americano llamado blues más expoliados por el Rock and Roll.  Entre sus éxitos póstumos podemos citar Gallows Pole de Led Zeppelin o Where did you sleep last night? de Nirvana

Leadbelly (1939)



Respecto al significado de Black Betty, además de nuestra querida chica popular y ligera de cascos de la clase obrera, tenemos el significado primigenio de botella de ginebra (sería algo así como litrona)  y el nombre que daban los soldados a un mosquetón muy popular en el siglo XVII (el lam-ba-lam es probablemente una omatopeya del ruido de cargar y dispararlo).

Pero el momento de gloria de Black Betty, la única vez que ha llegado al número uno -so far- fue 2004, en Australia, con los Spiderbait. La versión es suave, lo que me recuerda al chiste:

-Do you know the difference between Australian beer and making love in a canoa?
-Nope.
-Neither do I. Both things are fucking close to water.

Con ustedes, Spiderbait.
Spiderbait (2004)

viernes, 4 de junio de 2010

¡Ahora lo entiendo todo!

Todo cuadra. Bruce Wayne está detrás de la Iniciativa Dharma. ¡Ufff, menos mal! Creí que todo era una gilipollez sin pies ni cabeza. Para quienes no lo sepan, Bad Twin es una novela de Gary Troup, muy influída por Stuart Cunningham.

sábado, 29 de mayo de 2010

Ozymandias: Descanse en Paz

Muchos ya sabéis el motivo del silencio de este blog en las últimas semanas: De los dos que nos alternábamos escribiendo nuestros somormujos, detritos y ponzoñas, uno ya no lo hará más.

De todas las maneras tontas de morirse, de tétanos (sí, de tétanos por pasar de irse a ponerse la inyección después de tener un accidente en bici) está alta en el ranking y, de alguna manera, es apropiada.

Ozy vivía intensamente y de manera no convencional y su muerte (su agonía) ha sido también intensa y no convencional. Yo creía que ya nadie moría de tétanos. No me lo podía creer mientras le veía en el hospital, entubado, rígido, con el cuerpo curvado hacia atrás. Puta mierda de vida, puta mierda, puta mierda, mierda puta.

He pensado en dejarlo. Dejar este blog, que era tan de los dos. Nadie adivinaba nunca qué post escribíamos cada uno. Es como un adulterio seguirlo sin él, pero por otro lado... A él le hubiera gustado que siguiera, habría dicho que qué tienen que ver las orejas con comer trigo, que porqué hacer de la muerte un hecho relevante, que el número de átomos del universo sigue siendo el mismo, que el muerto al hoyo y cuatrocientas paridas más. Era cínico el jodío.

Así que creo que seguiré. No es que me apetezca mucho pero lo intentaré. Claro que Rorschach es sólo Rorschach, pero bueno.

Aprovecho para agradecer todos los mensajes de apoyo que he recibido en los últimos días. Tal vez por ellos seguirá el blog. Me han ayudado mucho.

Por terminar, contestaré a las preguntas más frecuentes recibidas en el mail del blog los últimos días, a las que me da la gana contestar, claro.

-No, no desvelaré la identidad de Ozy. Rorschach y Ozymandias seguirán en el anonimato, forever.
-Sí, eramos amantes. ¿qué pasa?
-Ozy era empresario. Tenía una empresa de desratización y otra de limpieza de fosas sépticas. No es coña.

Ay, Ozy, ay. ¡Qué sola me has dejao!

domingo, 9 de mayo de 2010

El Quincunce (#1: estructuras)

Una novela. Cinco partes que corresponden a cinco familias y cinco escudos de armas y un árbol geneálogico que se va rellenando al final de cada parte.

Cada parte tiene cinco libros y cada libro cinco capítulos. La estructura de los narradores de cada capítulo y libro se repite simétricamente.

La novela tiene por lo tanto ciento veinticinco capítulos. El punto central de la novela es -obviamente- el centro del tercer capítulo del tercer libro de la tercera parte... y no sólo en el sentido longitudinal. Es aquí donde la madre de John en su diario hace algunas revelaciones para comprender la trama, pero están arrancadas por lo que falta la pieza central y clave para interpretar el libro.


Adicionalmente, la estructura de partes, capítulos y libros da la combinación de cierta cerradura que un personaje tiene que abrir durante la peripecia...


Los lemas de las distintas familias están interrelacionados unos con otros.

Los Huffam. Tuta Rosa coram Spinis: Todas las rosas esconden espinas.

Los Mompesson. Cancerata pereat Rosa: En verano muere la rosa

Los Clothier. Devant si je puis, en crabe si je dois: De frente si puedo, de lado si debo.

Los Palaphramond. Devant si je puis, pour gagner la rose: De frente si puedo, para ganar la rosa.

Los Maliphant. Nulla Rosa sine Spinis: No hay rosas sin espinas

Los escudos de armas de las familias también son variantes unos de otros, con las cinco rosas del quincunce como leit-motiv omnipresente.

¡Qué agradable que los novelistas curren y no que vayan balbuceando lo que se les pasa espontáneamente por la cabeza!

domingo, 2 de mayo de 2010

A los olivarillos...

Camarón es, ha sido y será sin duda el más grande.
Pero le producían muy mal, o por lo menos la producción de la época era muy distinta de lo que a mi me gusta. Orquestaciones, reverberaciones....

A Camarón sólo se le puede escuchar a palo seco o con la guitarra de Tomatito o antes de Paco de Lucía, y en directo, siempre en directo.

Lo que habría dado por estar en París en el Circo de Invierno en 1987...

Cigarra, canta cigarra,
ya para tu sonsonete
que tengo una pena en el alma,
como un puñal se me mete,
sabiendo que cuando canto
suspirando va mi suerte
bajo la sombra de un arbol.


Y al compás de mi guitarra
canto alegre este guapango
porque la vida se acaba
y no quiero morir soñando
como muere la cigarra.


La vida,
la vida,
la vida es,
es un contratiempo,
la vida es.


¿Y hoy? Pues esto es muy discutible. Para mí, Miguel Poveda y Duquende. Aquí les tenéis a ambos por lo bastante ortodoxo, con Chicuelo a la guitarra.


Y aquí por lo heterodoxo con Faiz Ali Faiz, otro monstruo pero este paquistaní.

Y ahora, a pesar de que fue en 1992 cuando ganó la lámpara minera en el festival de La Unión, al estrellato total. ¿Receta? un poco de copla, un poco de Almodóvar, (BSO de Los Abrazos Rotos) y mucha inquietud, mucha. iremos a verle a ALCALÁ DE HENARES el 27 de agosto en el Palacio Arzobispal.

sábado, 24 de abril de 2010

100 Balas #27: ¿Dónde te fuiste, Joe Di maggio?

100 Balas es un tebeo mestizo: Mezcla historias de perdedores en la tradición más Noir, situaciones extremas con diálogos acerados y humor negro en el más puro Tarantino y con una tremenda historia de Teoría de la Conspiración al estilo de XIII de Van Hamme, que se va desplegando parsimoniosamente, quitando poco a poco capas de cebolla, debajo de las cuales hay... pues otras capas, ¿qué va a haber?. Azzarello sigue un desarrollo coral en el que necesariamente unas voces son más brillantes que otras, unas melodías más emotivas, unas tragedias más cómicas y unos hijosdeputa más simpáticos que otros. Es cierto que entre col y col, hay varias lechugas pero precisamente casi que son al final las historias más marginales, las de personajes más secundarios, las que menos avanzan la trama del Trust y los Milicianos, las que mejor sabor de boca dejan.

Una de mis preferidas es la del #27. En ella, el agente Graves va a un hospital a entregar el habitual maletín de las cien balas a un individuo que ha sufrido un grave accidente de coche (el miliciano Milo Garrett, como se verá más tarde en el arco argumental El Falso Detective) y al salir encuentra a un anciano que le reconoce porque mucho tiempo atrás a él también le dieron el maletín. En la historia que sigue no se da ningún nombre y apenas es la casual aparición de la palabra Dallas la única confirmación qe que realmente nos están contando lo que creemos que nos están contando: el viejecito es Joe Di Maggio, y fue él (y tal vez otros) quien mató a JFK cuando se enteró que el presidente había mandado "silenciar" a su ex-mujer, Marilyn Monroe para evitar uno de los habituales escándalos sexuales presidenciales. ¿Cómo se enteró de tal cosa el señor Di Maggio? Porque Graves le dió el maletín de las 100 Balas. 

Una de las especulaciones conspiratorias preferidas en USA es que nunca se ha sabido quién mató en realidad al presidente John Fitzgerald Kennedy y aquí Azzarello quiere tender un puente hacia la realidad desde las todopoderosas y despiadadas familias del Trust, con lo que por un momento siquiera breve, te preguntas ¿y si fuera verdad todo esto?, que es lo que mola de las teorías de la conspiración claro. 

Redondeado con una gran historia de amor en la que Joe di Maggio todavía lleva flores a la tumba de Monroe treinta años después de la muerte de esta. Bueno, si es que él es él y ella es ella, claro.

miércoles, 21 de abril de 2010

100 Balas: #1 cita #1

-Deja que un tipo te joda una vez y en seguida te estás bajando los pantalones para que te joda cuando le de la gana. Y si ese tipo puede hacerlo, también lo hará otro y otro, de manera que tu vida consiste sólo en dejar que te jodan, hasta que ya no eres quien eres, porque sólo eres un culo...

Brian Azzarello, 100 Balas, #42.

domingo, 18 de abril de 2010

100 Balas (#13 Tomos #13)

100 Balas es muy difícil de traducir, porque Brian Azzarello usa unos diálogos plagados de juegos de palabras y muchísimo argot negro y carcelario. Los editores españoles tampoco es que se hayan esmerado en hacer justicia al original y han publicado una traducción funcional pero no cuidadosa. Entre las mil cosas de las que han pasado en la traducción está el explicar o no digamos ya reproducir el juego en los títulos de los trece volúmenes de la recopilación de los 100 episodios. En el inglés original cada título hace referencia al número del volumen:

  1. First Shot, Last Call (Primer disparo, última llamada o Primer trago, última ronda dependiendo del contexto)
  2. Split Second Chance (Una fracción de Segunda Oportunidad)
  3. Hang up on the Hang Low (Colgado por los huevos, en traducción libérrima; no he pillado la referencia al tres)
  4. Forgone Tomorrow (4Gone) (Mañana abandonado)
  5. The Counterfifth Detective (Fifth) (El falso detective)
  6. Six Feet Under the Gun (A dos metros (o seis pies) bajo el plomo, en referencia a la serie de TV)
  7. Samurai (por Los Siete Samurais, la famosa peli de Kurosawa que tuvo después una versión Western en Los siete Magníficos)
  8. The Hard Way (un ocho a lo difícil, o sea con dos cuatros, en el juego de los dados)
  9. Strichnine (Nine) (Estricnina)
  10. Decayed (pronunciesé como Decade - Década)(Decaido o Podrido)
  11. Once upon a Crime (Once, Spanish)(Erase una vez un crímen, o tal vez Romonce criminal)
  12. Dirty (por The Dirty Dozen, más conocida en España como Los Doce del Patíbulo) (una buena traducción sería: Del Patíbulo)
  13. Wilt (por Wilt Chamberlain, que jugaba en los Lakers con el número 13) (Wilt)
100 Balas, de Azzarello y Risso. ¿Por qué no la has leído ya?

miércoles, 14 de abril de 2010

Teología natural



-¿Tú crees en Dios?
-No.
-¿Seguro?
-Bueno, sólo para las cosas importantes.
-¿Cosas importantes?
-Sí, por ejemplo ayer la maestra nos dijo que si nos portábamos mal, no nos llevaba a Micropolix el viernes y entonces yo por la noche, bueno, no se rezar pero a mi manera yo decía por favor, por favor, que nos lleven a Micropolix, ¿cómo se llama nuestro dios?
-Pues... el de los cristianos se llama Dios.
-Ya, pero ese no contesta.

domingo, 11 de abril de 2010

Se ha arreglado un poco el día

Pues menos mal. Claramente la modernidad está sobrevalorada. la crítica dice que las tres mejores que están hoy en cartel son:
1. La cinta Blanca
2. Un profeta
3. En Tierra hostil

Bueno y ya si hablamos de las más taquilleras, te cagas:
1. Los hombres que miraban
2. Avatar
3. Shutter Island

No compares, por favorrrrr.

sábado, 10 de abril de 2010

Alicia en Sunderland

Me lo compré el otro día. No pude resistirme. Bryan Talbot salta a la fama en 1978 con "Las Aventuras de Luther Arkwright" y es otro de los británicos (Moore, Morrison, Ennis,...) que tomaron a sangre y fuego el comic norteamericano tradicional en los ochentas y los noventas. Lo último que ha hecho antes que esto probablemente es el tomo "Storybook Love" de las Fábulas de Bill Willingham.

¿Quién se puede resistir a comprarse inmediatamente un comic que empieza con la cita siguiente?

La realidad no nos basta; también necesitamos vagar por lo absurdo. Vagar por un mundo de fantasía no supone evadirse de la realidad, sino más bien adentrarse en una fuente de conocimientos sobre la naturaleza de la existencia. Asimismo, la realidad no supone evadirse de lo absurdo; nuestro aprendizaje prosigue en todas partes.
Edmund Miller, Lewis Carroll Observed.

Yo no, desde luego. Me siento totalmente identificado: Ni alienación ni esquizofrenia, fucking life, man, fucking life.

sábado, 3 de abril de 2010

Centello

Es posible estar en otro tiempo y en otro lugar a cincuenta kilómetros de la madrileña urbe.

Ver mapa más grande

allí estuve con Centello. Centello murió en 1891, a manos del Espartero. Tomando ocho varas y matando a seis caballos en suerte de varas. Nadie lo diría, viéndole el morro anovillado y la cuerna recogidita. Llegó bravo al tercio de muleta.

Ya nada es como antes. Nunca ha sido nada como antes.


...Don Esteban Hernández fue un ganadero con recursos suficientes para satisfacer su vocación, contando con varias fincas: Cuarto Carretero, Dehesa de Guadalix, Prado Herrero, Soto Gutiérrez y el Parral, en los términos de Ciempozuelos, San Martín de la Vega y Guadalix, en la provincia de Madrid. Se casó con Doña Luisa Plá. Su filosofía le llevó a asegurar que los gustos de un ganadero como él siempre serían contrarios a los de los toreros, puesto que si él buscaba la fiereza, ésta sería lo que ellos siempre querrían evitar...

tomado de "El Raso de portillo". http://www.lacabañabrava.es/

sábado, 27 de marzo de 2010

Best place to work



La gente es sádica. No se me ocurre ningún otro motivo por el que en las oficinas modernas, los retretes tienen que ser de campo de concentración, sin intimidad alguna. Bueno, puede ser para humanizar a los jefes.

-Buenos días, Don Antonio.
-Buenos días, Peláez.

A continuación, Don Antonio se mete en la cabina, abierta por abajo y por arriba. Se le oye desabrocharse el cinturón, sentarse y respirar hondo. Demasiado hondo. Al cabo de unos segundos:
-¡Chop!

Claro, y eso con suerte. Porque también puede ser:
-¡Chorrrrorop, chop, chop, chop, chop, prrrr, chop!

Y según las teorías sociológicas al uso, esto le conforta mucho a Peláez que ve -oye más bien- que Don Antonio, a pesar de los gemelos de Loewe, a pesar de la corbata de Hermés, pues eso, que es absolutamente humano. Es un programa de Clima Laboral. Pero digo yo que debería haber otra alternativa, que no dejara tantas secuelas psíquicas.

Porque ese momento en el que entras al cuarto de baño, te estás lavando los dientes, pensando en tus cositas, y de repente empieza una serie de sonidos aterradores entre Tormenta del Desierto y Cabalgata de las Valkirias a pocas revoluciones, es que acojona, tú. Es que es muy duro, tú.

Incluso llegamos a aprender a predecir el timbre, volumen y cadencia del sonido según la complexión de cada individuo. Hasta cruzamos apuestas; si sabemos lo que ha comido el gordito de la tercera, podemos incluso predecir variaciones. En estos momentos, cuando estás bordeando el profesionalismo, cuando aciertas siempre -incluso con el vegetariano silencioso- te das cuenta de que tienes que dejarlo, de que se te está yendo de las manos.

Aún hay veces que empeora. No hablo ya del olor, -hedor- que sin las mínimas restricciones que imponen unas paredes, campa veloz y por sus respetos, sin dejarte oportunidad de evitarlo salvo que seas buceador profesional y seas capaz de aguantar la respiración un par de minutos o lo que dure un pis.

Y ya el puto infierno es el momento coral. Cuando no sólo suena la Tuba del Infierno sino que (hay una fila de tres retretes) se empiezan a producir armonías dodecafónicas, contrapuntos diabólicos a tres voces, realimentaciones positivas y competiciones tipo jam-session. Hay veces que uno se queda boquiabierto y ya no sabe si debería aplaudir, pedir un bis o llorar amargamente. Yo soy más de llorar, porque no acabo de comprender qué karma negativo he acumulado en vidas anteriores para tener que pasar diariamente por esto.

Tengo un colega que directamente no entra en el retrete. Lleva más de veinte años trabajando en la empresa y no. Es de hábitos ordenados y no pero si alguna vez tiene un imprevisto, pues coge el coche, se va a casa, deposiciona y vuelve. ¡Claro, así va la productividad del país! Pero entiendo la declaración de principios y la respeto.

Lo único que me extraña es que no hayan hecho los baños mixtos, tipo Ally McBeal, sería muy moderno y muy Best Place to Work y todavía se podría dañar más la psique del empleado. Mucho peor todavía que descubrir que Don Antonio es humano es despojar de todo glamour y de todo sex-appeal a la maciza de los ojos negros que no caben en la City, haciendo a todos sus babeantes admiradores constatar que es muy pero que muy pedorra...


domingo, 21 de marzo de 2010

Vuelve la metanfetamina azul

Hoy se estrena en USA el primer capítulo de la tercera temporada de Breaking Bad. Explosiva combinación de humor negro a raudales y drama existencial, con bastante de narco-thriller.  Maravillosa combinación que crea adicción. Ha ganado todos los Emmys. Muy recomendable.

domingo, 14 de marzo de 2010

Want a piece of me, boy?

Sobre la propiedad intelectual hay mucho que hablar, como sobre casi todo.

Al final del día, no pasa más (ni menos) que aparece un nuevo canal de distribución que deja obsoletos a los demás y mucha gente que estaba ganando mucho dinero, deja de ganarlo. Esto ha pasado cuatrocientos millones de veces a lo largo de la historia y siempre ha sido el mismo drama, pero también siempre acaba de la misma manera: el campo sigue sin puertas y los guardianes del pasado esplendoroso van a casa a lamerse las heridas, suponiendo que su flexibilidad anatómica todavía se lo permita.

Me gusta poner el ejemplo de Blade Runner.
  • La vi en el cine en la universidad porque no me apetecía ir a clase. Pagué.
  • Luego fui con mi novia a verla al cine. Pagué,
  • La pusieron en Canal +. Pagué.
  • La dieron en abierto en otra cadena. Me tragué mis anuncios, que es una forma de pagar.
  • Me la compré en video Beta. Pagué
  • El Beta desapareció. Tenía el irracional deseo de verla en mi nuevo video VHS. Tuve que volver a pagar.
  • Luego salió el Laser Disc. Pagué.
  • El laser disc fue un fracaso comercial. Tuvimos que conformarnos con el DVD. Pagué.
  • Ya se cómo acabará la historia del Blu-Ray... No pagaré ni de coña.
Tengo un PC sin lector de DVDs y varios discos multimedia de los que he pagado el canon correspondiente. 

Ahora mírame fijamente a los ojos y dime que no puedo ripear o bajarme Blade-Runner para verla en mi PC. ¡Pero si debería ir mi nombre en los créditos de la película como uno de los que han dado soporte financiero para el proyecto! Dime además que no puedo, no porque hay que fomentar el consumo de electrónica de consumo, sino porque les hurto a los que poseen la propiedad intelectual.

Amos, no jodas. En fin. More on this, another day.

Pues la semana pasada me pasaba una cosa muy Blade Runner con Starcraft. Starcraft es un juego clásico de ordenador (1998) que redefinió la categoría de los juegos de Estrategia en Tiempo Real (RTS) y que también supuso un salto cuántico en los juegos en red, tanto en una red local (¡ay, qué bien nos lo pasabamos en la Uni!) como a traves de internet, con su prodigioso sitio Battle.Net. Yo creo que doce años después sigue siendo el más grande, aunque la empresa que lo creó (Blizzard) derivó -o mejor, el mercado derivó- a rollitos menos estratégicos tipo World of Warcraft, que son más roleros pero que se centran más en la microgestión de personajes concretos que en la campaña militar en sí. Así que después de una expansión, llamada Brood War, el juego languideció... relativamente: Diez millones de copias vendidas, 37 premios, canales de TV monográficos, torneos profesionales en Corea con audiencias superiores a 120.000 personas, y un servidor on-line cuyo tráfico ha crecido el 800%.

Para mí se trata de un destilado único de planificación e improvisación bajo estrés, que además presta atención a todos los aspectos de una campaña militar: Los recursos, la intendencia, la logística, el reconocimiento, la inteligencia, la superioridad numérica, la tecnológica, la velocidad, las particularidades del terreno, etc.

Es una Ópera Espacial divertidísima jugando contra la inteligencia artificial del ordenador, pero ya si juegas en red y lo que tienes enfrente es un cabrón tan retorcido y tan hijoputa como tú, pues es lo más grande.
El caso es que hace poco me enteré de que ¡por fin! van a sacar la secuela Starcraft 2 y me entró morriña pero...

Bueno, pues que en la vida de los ricos se cambia de ordenador cada cuatro años. El complejo tecnológico-industrial lo ha montado así y todavía no hemos sido capaces de evitarlo. El caso es que en uno de esos cambios ya me tocó inevitablemente pasar de Windows 2000 a XP y el juego nunca volvió a funcionar en la nueva plataforma. Como en el chiste, diremos que de Vista ni hablamos.

Luego me compré un Mac e intenté también instalar el Starcraft en la partición de Windows, sin éxito. Como soy cabezón que te cagas, la semana pasada decidí que iba a jugar al Starcraft en mi Mac, y en Mac OS X nativo. Al final lo he conseguido pero no ha sido fácil. Me habría gustado hacerlo de manera totalmente legal pero no ha sido posible. Ni actualizando mi licencia de Windows a una de Mac (pagando) ni siquiera volviendo a comprar el juego para Mac.  No hay forma de comprar el producto que quería, que es lo mismo que pasa con muchas canciones originales que no consigues que te vendan pero que es ilegal bajar. Por aquí guardo mis cds originales de Starcraft y de Brood War que supongo me servirán de atenuante si no de eximente cuando me quieran llevar al trullo.

Dejo aquí dicho como se hace por si alguien tiene las mismas paranoias y para ver si Juanito y Angelito lo reconstruyen y nos echamos unas partidas por internet de escándalo. Quiero aclarar además que cuando salga Starcraft 2 me lo compraré. Merece la pena.

  1. Primero uno se consigue una copia del juego en Mac OS 9. Esto  a lo mejor se puede comprar. Yo no lo he conseguido. En cualquier caso, es fácil con Google, Megaupload y esas cosas.
  2. Luego uno se baja de la página oficial de soporte técnico de Blizzard el parche que actualiza el juego a la versión 1.161
  3. Afterwards se baja uno de la nube un instalador nativo de Starcraft para Mac OS X.
  4. Luego se consigue un número de serie válido de Starcraft, bien sea porque guardas la caja del juego original o de cualquier otra manera.
  5. Ahora que ya tienes todo lo necesario, monta la imagen del juego (la copia que conseguiste) en el Mac.
  6. Ahora ejecuta el instalador nativo. En algún momento del proceso te pide el número de serie.
  7. Ahora se abre el parche, se seleccionan todos sus contenidos y se copian en Aplicaciones - Starcraft Folder - Starcraft Files.
  8. Después, y en esta misma carpeta, se borra la carpeta Maps y se le cambia el nombre a la carpeta Rename Me Maps. El nuevo nombre es ... Maps.

Ya está. el juego se puede ejecutar con el acceso directo o desde el finder. Buen finde
¿Ha llamado alguién a un exterminador?

sábado, 6 de marzo de 2010

La Armada de Felipe VI


No lo pueden soportar.

Y es que con su Liberalismo, me monto en Barajas en un avión de Iberia, llego al aeropuerto de Heathrow (que es de Ferrovial), saco dinero en un cajero del Abbey National Bank (que es del Santander), tomo un taxi que me lleva al Meliá White House, junto a Regent's Park. Enciendo el móvil que se conecta a O2 (de Telefónica) y concierto una cita en Liverpool con ejecutivos de Scottish Power (que es de Iberdrola). Después tengo entradas para Anfield, el estadio del Liverpool F.C., donde les escucho idolatrar al Niño Torres, jugando a su balompié.

Ellos hablan con la patata en la boca y fingen que no te entienden porque sólo manejas cinco o seis vocales distintas, pero en realidad lo que pasa es que no lo pueden soportar.

viernes, 26 de febrero de 2010

Reivindicación


Llegará el tiempo en el que la verdad se abrirá camino; siempre llega, mi precioso. Llegará el día en el que caerán los velos y se resquebrajarán las mentiras que esparcieron los Orientales de ojos porcinos y pies peludos en los últimos años de la Guerra. Dice el Bolsón que somos una criatura maligna, pequeña y viscosa, oscura como la oscuridad. Dice que somos una criatura solitaria y furtiva, de ojos grandes y redondos. El malvado oriental, mi tesoro, bien conoce el valor de las palabras.

Las palabras...

Ayer tuvimos un sueño: Caminábamos silenciosos por una gran gruta que se extendía y extendía por debajo de toda Arda. Íbamos buscando algo pero no conseguíamos recordar qué. ¿Íbamos buscando un tesoro, mi precioso? Sin duda, un tesoro, mi tesoro. Después de recorrer toda la gruta, lo encontramos, pues en el fondo de la gruta, más allá de los confines del mundo, había una pared y en la pared unas runas y en las runas un pensamiento:

La única diferencia entre el cuento y la verdad
es lo a menudo que se cuentan el uno y la otra.
Talló estas runas Gr-Egoryke-Yes.

Apenas nos dio tiempo a leerlas (sí, precioso, la Pequeña Gente sabemos leer, no somos bestias primitivas) y ya los orientales estaban arrancándolas del muro y guardándolas en un cofre que el Bolsón se llevó silbando. Ahora, cuando estamos despiertos, parece absurdo que se puedan arrancar de la pared unas runas talladas, sin esfuerzo y sin dejar marcas, pero en el sueño ocurría, vaya que sí ocurría, precioso.

En el sueño perseguimos al Bolsón, que se llevaba el cofre con el pensamiento y que se iba riendo mientras huía; le perseguimos durante días sin cuenta pues necesitábamos recordar el pensamiento de esas runas, y él se reía mientras se burlaba:

–Aquí, Gollum, aquí, eh, hola, mi tessssoro– siseaba, y a continuación cantaba esa horrible y tonta canción oriental que tantos años nos ha acompañado:

Chepudo Gollum anda a cuatro patas.
Ten cuidado con el negro baboso
que aunque parece un caracol miedoso
sólo come niños muertos y ratas.

Ven conmigo, mi adorado tesoro
Que te trataré muy bien, mi precioso
Te chuparé tu tuétano esponjoso
Y después eructaré sin decoro.

Dedos Largos es un sapo asqueroso,
Y se cree dueño del anillo de oro
Que cuando se pone le vuelve hermoso.

Pero todo el mundo le canta a coro:
Chepudo Gollum, ¡lárgate, apestoso!
 Ni con tu anillo hablarás en el Foro.

Así que en la cueva Gollum habita
Y todo el mundo le teme y evita.


Esa es la canción, oh, sí, mi regalo de cumpleaños, la canción del Gollum. Cortesía del Señor Bolsón, de Bolsón Cerrado, en Bolsón de Tirada: racista, demagoga y estúpida, como el viejo Bolsón.

Después de una eternidad de persecuciones, cuando ya le íbamos a alcanzar, el Bolsón se puso mi Tesoro y desapareció y ya sólo podíamos oír su risa, alejándose.

Entonces despertamos. No somos adivinos, pero no es necesario ser uno de los Sabios del Concilio para aprehender el significado de este sueño, ¿no es verdad, mi tesoro? Cuánta verdad encierra el pensamiento de estas runas soñadas, y cuan bien se lo aprendió el maldito Bolsón. Desde que nos lo quitó hasta que empezó la Guerra del Anillo, recorrimos todas las tierras desde los Puertos Grises hasta las Montañas de Hierro y desde el lejano Harad hasta las Montañas Azules, y en todos los sitios se les canta con regocijo a los niños la historia de cómo el Bolsón burló a esa criatura  patética, despreciable y repugnante, que se llamaba Smeágol y que gorgoteaba al hablar -¡Gollum, Gollum!

Sólo han pasado treinta años desde que encontré al Bolsón por primera vez, mi tesoro,  y ya la historia se troca en leyenda y ya la tragedia en bufonada para los hijos rechonchos de los orientales. Tienes que escuchar la verdadera historia, precioso, porque si no desaparecerá sepultada por las mentiras orientales y Smeagol el Alto se evaporará de la memoria y sólo quedará en el recuerdo Gollum el Ridículo.

Oye nuestra versión de la historia y comprende, mi tesoro.
 
Recordamos muy bien aquel día. Era nuestro cumpleaños. Desde el Mar vinieron hasta la Colina de las Piedras los Orientales, guerreando y quemando las mieses. Vinieron con el Sol, ese odioso Ojo en el cielo que nos abrasa y nos espía. Y no vinieron solos. Feroces Elfos de ojos brillantes les acompañaban. Y los Enanos crueles y gordos como los barriles de la cerveza del Pueblo del Lago. Y también los Hombres, gigantes sin mente, esclavos de los Orientales. Todos vinieron a las montañas preciosas de la pequeña gente. Vinieron a por tierras, a por ganado, a por la plata de nuestras colinas y a por los deliciosos frutos del pillaje y el saqueo. ¿No te habrías tragado esas patrañas de que los orientales –se llaman hobbits a sí mismos- no han roto un plato en su vida y se dedican a fumar hierba y a contar historias junto al fuego? No podemos imaginar cómo habrían sobrevivido en medio de Eriador si así hubiera sido. Son un pueblo guerrero, como todos los pueblos vivos, los que no lo eran ya perecieron –como la Pequeña Gente, tesoro- o son esclavos de los que sí lo son. Los orientales son guerreros y además alquilan mercenarios de todas las razas para expandir sus dominios. Créenos, mi precioso.

Como una plaga de langostas arrasaron nuestros campos y así desaparecieron nuestros espíritus familiares, cuyo destino era uno con nuestras cosechas.

Hollaron con sus pies enfundados nuestros lagos y ríos y así murieron nuestros peces que eran nuestros hermanos y nos alimentaban.

Luego talaron los árboles y derribaron nuestros templos y allí murieron nuestros dioses que en ellos residían.

Después inundaron nuestras cuevas acogedoras con ese líquido negro que es la sangre de los padres de los Enanos y las prendieron fuego, y allí murieron nuestras hembras, que dormían juntas, abrigadas en el gineceo comunal.

Todas estas hazañas las perpetraron mientras el Ojo maligno brillaba en el cielo, mientras dormíamos protegiéndonos del Ojo, cuando, ciegos y aturdidos, no podíamos salir de nuestras mansiones subterráneas para defender nuestra heredad. Quemaron nuestros bosques, asesinaron a nuestros ancianos y a nuestras esposas; los que no murieron por el fuego, perecieron por la flecha o por el hacha cuando salían de las cuevas huyendo del incendio. Todo sin ira y sin remordimientos, como si la Pequeña Gente no fuera gente en absoluto, como si fuéramos vacas, árboles, piedras u  hojas que lleva a cualquier parte el descuidado viento. Sólo quedábamos los machos y los jóvenes, que dormíamos en una cueva separada, en un otero algo alejado del pueblo y que por eso no encontraron... al principio, como enseguida se verá.

Hasta que llegó la noche y se ocultó el Ojo. Cuando comenzamos a salir, desde el otero se ofrecía a nuestra vista el paisaje de la muerte y de la destrucción allá abajo. ¡Cómo lloramos aquel día cuando comprendimos lo que había pasado! ¡Cómo les odiamos y cómo necesitábamos venganza! Allí nos armamos todos con nuestros cuchillos y nuestros dardos. Cantamos canciones de guerra y nos embadurnamos los rostros con sangre...

Caímos sobre ellos. ¡Qué grande aquella batalla y qué hermosos aquellos guerreros! Casi olvidamos el dolor de la pérdida cuando veíamos a nuestro hijo Deagol el Fuerte, acuchillando a los Enanos asesinos de su madre. Cuando vimos a nuestro padre, Smeagol el Alto, casi tan grande como un Hombre, estrangulando a un feroz Elfo que en los estertores de la agonía le arañaba el rostro con uñas afiladas. Pero Smeagol no aflojaba su abrazo, ni con el rostro cubierto de sangre. Incluso llegó a parecer que ganaríamos, hasta que desde el otero donde estaba nuestra cueva empezaron a llover flechas certeras. Miramos hacia arriba y vimos a los orientales que disparaban parapetados en las rocas. Tensaban sus arcos una y otra vez y sembraban la muerte en nuestra hueste.

En aquella batalla pereció Deagol el Fuerte, que cayó fulminado cuando una flecha le entró en la cabeza por el ojo izquierdo. Deagol quedó tendido, ya muerto antes de que su cabeza golpeara el suelo. Allí fuimos cayendo uno a uno pues con nuestros dardos no llegábamos a las rocas donde estaban parapetados los orientales, que ensayaban y perfeccionaban su puntería con nosotros. Al final quedamos nosotros solos, tesoro, y viendo el día perdido, nos lanzamos corriendo hacia el río. Si llegábamos al agua, podríamos escapar y guardar la venganza para otras lunas, así que corrimos como perseguidos por Balrogs, hacia un río que parecía no acercarse apenas, a pesar de que el corazón se nos salía por la boca con la carrera.

Las flechas silbaban a nuestro alrededor y finalmente una nos atravesó la pierna, de modo que caímos al suelo mientras oíamos el grito de triunfo de uno de los orientales. Nos volvimos a levantar y seguimos cojeando en zigzag, acercándonos al río salvador, murmurando plegarias a los espíritus de los vientos para que desviaran las flechas de nuestros enemigos. Otra flecha nos agujereó un brazo y volvimos a caer. Ahora ya apenas oíamos los gritos lejanos. Tanto habíamos corrido y tan cerca estaba ya el agua. Nos levantamos chorreando sangre y con un último esfuerzo nos sumergimos en el agua acogedora que al recibirnos se tiñó de rojo.

En ese momento no pensábamos en Deagol, ni en nuestras hembras muertas, sólo en bajar hasta las profundidades, donde pudiéramos estar a salvo de las flechas, hasta que se fueran los malvados. Ya en el fondo, nos arrancamos las dos flechas y esperamos. Pasaron una noche y un día. Creemos que perdimos el conocimiento varias veces allá abajo en lo oscuro. En el duermevela de la fiebre de las heridas, allí en las profundidades del río, encontramos el Anillo. Tal vez por casualidad o tal vez por los inescrutables designios de ese Señor Oscuro. No lo podemos saber, mi tesoro.

Lo que sí es cierto es que entonces no sabíamos nada de anillos de Poder, ni de Mordor, ni de invisibilidades ni de Espectros. Sólo sabíamos del dolor y de la venganza. El Anillo fue para nosotros recordatorio de la Matanza del Cumpleaños y emblema de nuestra venganza. Ciento y siete de la Pequeña Gente murieron aquel día. Nos  pusimos el anillo en el dedo y juramos que no nos lo quitaríamos hasta que ciento y ocho orientales pagaran por lo que habían hecho el día de nuestro cumpleaños en la Colina de las Piedras.

 Salimos del río de noche para encontrar las orillas plagadas de orientales y Enanos. Aparentemente habían decidido instalar una mina allí para sacar la plata de nuestras colinas. Eran demasiados. Sólo Smeagol no sería rival para ellos. Uno a uno, tal vez, pero qué podíamos hacer contra cientos de aquellos hediondos salvajes. Así que volvimos a las cuevas de las montañas, mi tesoro, a las cuevas que conocíamos como la palma de nuestra mano y en las que nunca nos encontrarían. A esas cuevas en cuya oscuridad veíamos mucho mejor que ellos y en las que podíamos evitarlos o emboscarlos según la necesidad y la oportunidad.

Allí habitamos durante muchísimos años, matando ocasionalmente aquí a un Enano gordinflón, allí a un trasgo, allá a un orco baboso, y muy de vez en cuando un Elfo o un oriental. Matando y huyendo, tomando fuerzas para volver a matar, bebiendo de las aguas subterráneas y comiendo de lo que matábamos con nuestras manos, y huyendo de las antorchas y de los Elfos, así pasamos tantos años, precioso mío.

Fueron años muy duros y largos, sin más compañía que nosotros mismos, que sólo nos hablábamos de la venganza y del recuerdo de la matanza, hasta que no supimos hablar de otra cosa.

Afortunadamente, el Anillo empezó a hablarnos y a hacernos compañía. Nos hablaba de otras edades, de batallas gloriosas entre los Poderes de la Tierra. Nos explicaba cómo era el mundo antes de los Años Oscuros. Nos contaba como nos había esperado en el fondo del río durante siglos y siglos a nosotros, como éramos los elegidos, como él era nuestro desde siempre, para ayudarnos a conseguir la gloria, a ser oídos por los sabios, a que nos sirvieran los valientes. No es que tuviéramos mayor interés ni en los sabios ni en la gloria ni en los valientes, pero resultaba reconfortante en aquellos años de oscuridad hablar de algo que no fuera de Deagol muerto, de las flechas, de la matanza de mi cumpleaños. Otros días nos hablaba del Señor Oscuro y de su tremendo Poder. No nos gustaba ese Señor Oscuro, pero los cuentos del Anillo nos hacían compañía.

Así que a menudo escuchábamos a nuestro Anillo, a nuestro tesoro, y nosotros le hablábamos de Deagol, de los malvados hobbits, de aquel día que era nuestro cumpleaños en la Colina de las Piedras. Aunque el Anillo casi nunca nos escuchaba. Prefería hablar de ese Sauron-Señor-Oscuro que a veces pintaba magnánimo y bondadoso y a veces cruel y terrible. No le interesábamos, mi precioso, no le interesaba nuestra historia, ni nuestra venganza ni la pequeña gente. Prefería hablar de Gente Grande. Pero le contábamos la historia de todos modos, aunque él siguiera cantando de la Gloria y el Dominio y la Oscuridad y el Poder y la batalla. No nos gustaba ese Señor Oscuro que hacía cantar al Anillo de esa manera, precioso. Pero aun así seguíamos hablando con el Anillo, con el Tesoro, que era más nuestro que del Señor Oscuro, desde luego que sí, precioso.

Durante todos esos años de oscuridad poco a poco fuimos convirtiéndonos en un cuento de los que cuentan las viejas orientales a sus cachorros en las noches de invierno, para asustarlos. El viejo Gollum invisible que vendrá por la noche y os comerá. El que vive en la oscuridad y habla solo con su Tesoro. El que mata a los hobbits y a los enanos. El que come lagartos y arañas. El que gorgotea al hablar. No nos importaba, así nos temían, así entraban en las cuevas menos a menudo y con más miedo.

Llevábamos sesenta y siete orientales muertos en las cuevas cuando llegó el Bolsón. Uno más, pensábamos, precioso. Y por este exceso de confianza vino el llanto y la guerra. Quisimos jugar con él, como habíamos hecho con tantos, pensando que no eran enemigos en la oscuridad de las cuevas, nos gustaba que pensaran que iban a vivir, que podían escapar, nos gustaba que sufrieran entre la esperanza y la desesperación como había sufrido nuestro pueblo. Pero sobre todo queríamos una distracción para nuestra condena, hablar con alguien, aunque fuera un oriental, oír lo que fuera que no fuera nuestra propia voz o la del Anillo cuando empezaba con sus aburridos cantos de señores oscuros.

Así que el Bolsón fue mi huésped y pasamos varios días charlando y jugando: a los acertijos, a las cartas, al chaturanga y a los dados. A veces ganaba yo, a veces el Bolsón, pero ¿qué importaba? Al final lo mataría y me lo comería, como siempre. Pero este Bolsón nos emborrachó. Jugó bien sus bazas. Llevaba dos botellas de vino especiado en su equipaje y yo llevaba siglos sin beber. Y nunca había probado un vino tan fuerte. Así que la tercera noche, después de ganarme a los dados, dijo que quería celebrarlo y le dejé descorchar una botella. Al poco rato estábamos cantando canciones antiguas y ya pronto le estábamos pidiendo nosotros mismos que descorchara la segunda. Y discutiendo seriamente si liberarle de verdad, con la placidez estúpida de la borrachera. Fuimos a orinar y a la vuelta nos sentamos en una piedra, sólo un momento, para que se nos aclarara la cabeza, en seguida iríamos y mataríamos al Bolsón. Ya nos habíamos divertido bastante. Sólo un momentito descansando aquí. Un momentito...

Lo siguiente que recordamos es despertar y tener al Bolsón encima de nosotros arrancándonos el anillo del dedo. Nunca entendimos por qué no nos mató mientras dormíamos el sueño del vino. ¿Le faltaba coraje? ¿O tal vez había algo de cierto en las historias que nos contaba el Anillo de que estábamos llamados a muy altos destinos?  Nos revolvimos todo lo rápido que podíamos pero el Bolsón se nos escurrió con el Anillo en su mano. Comenzamos a perseguirle pero enseguida caímos al suelo con la cueva dándonos vueltas en la cabeza. El caso es que consiguió fugarse. Pero sobre todo consiguió llevarse el Anillo.

Lo demás ya lo sabes, aunque sea entretejido con las caricaturas y mentiras que urdió el Bolsón en sus crónicas. Es cierto que abandonamos las cuevas para perseguir al Bolsón y para perseguir al Anillo. También es cierto que queríamos matar al Bolsón y a cuantos orientales pudiéramos hasta llegar a los ciento y ocho, pero abandonamos las cuevas sobre todo porque queríamos recuperar nuestro Tesoro, la prenda de nuestro juramento. Nosotros lo habíamos encontrado y con nosotros debía permanecer, hasta que se consumara nuestra venganza e incluso después, lejos de ese señor oscuro de la gloria y el poder, que no escuchaba las historias de la Pequeña Gente. Nunca permitiríamos que él lo tuviera, mi tesoro. El Anillo era nuestro. Nuestro o de nadie. O de nadie.

Por eso, te pedimos que viajes más allá de los Meandros de la Épica y allende las Montañas Brumosas de la Lírica, hasta el reino yermo de la Piedra, donde palabras, ideas e intenciones palidecen y sólo quedan los hechos, refulgiendo como espadas élficas. Cuando llegues allí, en ese paisaje hostil, pregúntate:

-¿Quiénes rescataron el Daño de Isildur del fondo de un río en el que el Señor Oscuro lo habría encontrado apenas hubiera empezado a recuperar su poder? No fue Bilbo Bolsón.

-¿Quiénes lo enterraron en las honduras de la tierra donde ni siquiera llegaba la mirada del Ojo Sin Párpado? Ningún hobbit.

-¿Quiénes lo custodiaron allí durante quinientos Años, renunciando a la compañía de los seres vivos? Pues no fue Gandalf el Gris.

-¿Quiénes lo hubieran custodiado otros quinientos más si el entrometido Bolsón no lo hubiera robado, provocando así la Guerra del Anillo? No, precioso, no Saruman (por cierto, mi tesoro, en la Guerra del Anillo murieron noventa mil orcos, cuarenta mil hombres, doce mil enanos y dos mil elfos, ya ves que gran servicio hizo el Bolsón a todos los Pueblos que Hablan).

Y aun sigue reflexionando, ¿quiénes acompañaron al Anillo hasta Mordor y quiénes eran los únicos que conocían el camino y además estaban dispuestos a seguirlo hasta las mismísimas fauces del Monte del Destino? ¿Gimli, hijo de Gloin, el Enano? No. ¿Legolas, el Elfo del Bosque Negro? Tampoco.

Pero sobre todo, sobre todo, precioso, pregúntate si fue Frodo el Mediano el que arrojó el Anillo al volcán destruyéndolo y si fue él quien se inmoló para destruirlo o fueron otros, tal vez los vilipendiados por la historia. Tal vez concluirás, en el desnudo terreno de los Hechos despojados de la fanfarria de las Palabras Orientales, de sus epítetos superfluos y de sus patéticas justificaciones, que fuimos nosotros, sólo nosotros, Smeagol el Alto y Gollum Dedos Largos, los que con su muerte destruyeron el Anillo y salvaron a la Tierra. Tal vez concluirás que esta es la única verdad.

...Y tal vez convendrás en que todo lo demás es pura manipulación. Brumas que oscurecen los hechos. ¡Qué gran periodista hubiera sido el Bolsón! Si tan sólo hubiera nacido seis mil años más tarde...