martes, 22 de diciembre de 2009

Sabía que me sonaba (2)

En esta ocasión, nuestra muy premiada sección de Parecidos Razonables, no aborda un ejemplo tan distinguido como la última vez. Hoy se trata de la portada del #6 de Regreso al País de las Maravillas que como su nombre indica es una reinterpretación del mito de Lewis Carroll, por los autores de Grimm Fairy Tales, y que tiene las mismas señas de identidad que estas últimas: Terror sobre la base de los cuentos infantiles y un constante e improcedente recurso al dibujo de chicas irreales en situaciones e indumentarias que no se si calificar de sexys o fetichistas (both). El tebeo en sí no da más de idem pero esta portada... me era extrañamente familiar.

Tardé un rato en relacionarla con los anuncios de bronceador de mi infancia. El original es de una campaña publicitaria de 1958 pero siguió utilizándose por lo menos hasta los ochenta.
Mark Twain decía algo así (¡qué pereza buscarlo!) como que los humoristas regulares toman prestado pero que los grandes humoristas directamente roban. Pues eso. No tengo más que añadir.


lunes, 21 de diciembre de 2009

Paracoita by Stuart Cunningham (epílogo)



...Maestro, cuando estuve en el Quasar, tuve una paracoita, una muñeca, ya sabe, una genicona, tan hermosa, con grandes pupilas oscuras como pozos, e iris purpúreos como los pensamientos que florecen en verano, Maestro, ramos enteros de ellos se reunieron para hacer esos ojos, esa carne que parecía siempre calentada por el sol...

La Sombra del Torturador, Gene Wolfe.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Paracoita by Stuart Cunningham (#3 de 3)

...Pero no llevaba razón, no lleva razón, yo creo que ya no piensa igual, aunque a Pan, por ejemplo, no le tenía demasiado cariño. Ni a ninguno de los dolis, ahora que lo pienso, les trataba como a los animales que creía que eran. Pero Pan era un doli ya muy guai, un trabajito fino, fino, señorita, está usted hablando con un génetico de séptima generación, decía siempre, haciéndose el pavo. La verdad es que cuando Pan ya eran capaces de hacer virguerías. Si no hubieran prohibido los géneticos en Europa, ya no nos quedaba laburo a ninguno porque ahora ya los hacen a medida y como churros, por cuatro gordas, sólo dar a la manivela y aquí tiene su doli, que le viene como polla al culo. Joder, si sólo con el mercado negro ya han bajado nuestras tarifas a la mitad.

Pan era perfecto en su estilo, lo comprendí cuando me enseñó una foto de la estatua griega en que se habían fijado los chinos, los mismos cuernecillos, las mismas orejas puntiagudas, el mismo pelo ensortijado, incluso la sonrisa de salidorro, las patas de cabra, las pezuñas partidas, el pijo de campeonato y no se sabía dónde terminaba el hombre y empezaba el cabrón. Hasta le enseñaron a bailar y a tocar un poco la flauta de caña, era como una peli pero de verdad. Hombre, le fallaba un poco la voz que les salió muy aguda, que no pegaba, vamos, y no podía hablar mucho rato porque se quedaba sin voz enseguida y además no era muy listo, pero eso sí, tenía un corazón que no le cabía en el pecho, con todo el puteo que llevaba encima y siempre tan cariñoso y pánfilo. Una de las cosas que llevaba mal Pan es que a él le gustaban las mujeres y los hombres nada, pero resulta que tenía mucho más éxito con los bujarrones, hombre, treinin llevaba y cumplía siempre como un machote, pero siempre me decía que estaba hasta los huevos de los culos de tío, pobre Pan, yo si lo tuviera que hacer siempre con mujeres desde luego que me daba un mal.

Cómo lloré cuando se los llevaron, a Pan y a los demás, llevaba unas tres o cuatro semanas sin ir a verle al campo de refugiados porque había perdido todo su dinero y no me atrevía a decirselo. Me dolió mucho no poder ir a despedirle, pero no tenía estómago para echarmelo a la cara, para que me odiase, así por lo menos podía pensar que me había pasado algo y no me echaría el mal de ojo, dicen que los dolis pueden, al menos los que tienen ojos y por si acaso, nunca se sabe. Muchas veces me he preguntado si Pan habría escapado a la repatriación si hubiera tenido su dinero, pero seguro que no, le habrían hecho el toco mocho, se lo habrían birlado y no le habría servido de nada, Pan era como un niño chico, necesitaba alguien que cuidara de él. Además, ni repatriación ni hostias, Matadero Cinco se llamaba por lo bajo el campo de refugiados, no hace falta ser ministra de asuntos exteriores para adivinar que a Hong Kong y a Europa le sudaban la polla vino tinto aquellos pobres desgraciados que de repente se habían convertido en un problema, total qué más da y para qué gastar en aviones y en gilipolleces, se les deja morir y aquí paz y después gloria, con tal de que la prensa no achuche, se puede hacer.

Yo le cogí mucho cariño a Pan, le veía casi todos los días, era como un hermanito pequeño al que había que explicarle las cosas, me hacía gracia regañarle, si era casi el doble de grande que yo. Él siempre quería que le explicara cómo funcionaban las cosas, le gustaba que le cantara, además, y yo le hacía peinarme y darme masajes, que tenía unas manos de ángel. Lord Jim decía que era mi perrito faldero, pero ni a él ni a mí nos importaba. Un día, cuando me masajeaba la espalda, de repente ay qué gustito y yo que no me retiro, medio grogui y fumada que estaba, y luego el masaje que va bajando, no tan masaje ya, y yo que no me quito y jijí y jujú y pasó lo que tenía que pasar, no estuvo mal, pero tenía todos los tics de la profesión Pan, un poco teatral, eso sí, lo hizo con cuidado, no dijimos palabra, sudando medio a oscuras, y nunca más hablamos de ello, no se porqué. Pan, mi niño, ¿dónde estarás? A veces sueño con los dolis apiñados tras los alambres de espino, las caras vacías y entregadas, qué puta mierda de mundo.

Se te abren los ojos enseguidita en esta puta Gomorra. Con lo del Hombre Perfecto ya me di cuenta de que esto no era Hawai, qué guai, yo que pensaba que ya había dejado todos los malos rollos atrás en la puta escuela, pero no, para nada. Aun así yo pensaba ser madama de mayor, poner la pasta para un local en un barrio caro y luego a poner la mano y a vivir del cuento. Pero con lo de las esnafmuvis, me caí del guindo, ya sólo pienso en California, cuanto más lejos de este rollo mejor que mejor, los burdeles ni en pintura. Es que lo de las esnafmuvis es muy fuerte, pero como puede ser nadie tan cabrón, yo no me lo creía ni de coña marinera, efectos especiales, trucos, no le daba importancia, aun así hay que estar muy pallá para que te guste ver cómo torturan a una tía, aunque sea de mentira, pero bueno, como tantas cosas, que cada perro se lama su pijo, como digo yo siempre.

Malditos hijos de puta, recuerdo, empezó la fiesta como tantas otras, hoy toca orgía de todos con todas, todas con todas y todos con todos, una más, despedida de soltero de niños muy ricos o asín, me la suda, rutinaria y en piloto automático omm mani padme omm, yo estaba soñando mientras aquella en que el Capitán Kirk y su tribu salvan a las ballenas, que es de las más guai, mientras por fuera ay uy cómo me gusta, fóllame, fóllame, y en un momento que pasó un ángel que uno vuelve con una cinta de video en la mano, típico, una porno, pensaba yo, aburrido aburrido omm mani padme omm pero que más quisiéramos y en todas las pantallas una tía desnuda de cuero encadenada y latigazos y pinzas en los pezones y chillidos pero no de los de las porno, sino de verdad que una distingue y ya no sirve el omm mani padme omm porque a esa tía desnuda de cuero la están destrozando, ay que el cuchillo, ay que la sierra, ay las tripas, ay las cadenas y la pistola y la cabeza que encima cuando quitan la capucha es Jeannine, mi colega Jeannine la que se había ido a Cuba, pero si es Jeannine, cabrones, y la sangre es Jeannine, hijos de puta, y ya está muerta Jeannine, se ve como su mirada se va apagando mientras va perdiendo sangre, salí de allí por piernas, medio en pelotas y no recuerdo cómo llegué a Gomorra, tres días me pasé llorando omm mani padme omm, cabrones, cabrones, mi niña Jeannine, pero ¿cómo puede Dios permitir que existan cabrones así, Santa María Magdalena? El míster comprendió y no me dijo nada por los tres días, si en el fondo es medio legal, luego me llamó y me dijo no te preocupes que esos por aquí no vuelven, y lo llevan crudo para mojar en esta ciudad, les he puesto en la lista negra, no tengas miedo de ellos. ¿Y eso es todo? Le digo ¿se van a ir así de rositas? ¿no te acuerdas de Jeannine? Que no se hubiera ido, hostias, yo a ella no le debo nada. Además qué quieres que haga, de justiciero enmascarado, no me jodas, Marie, cada uno a lo suyo y descuida que a ti no te tocarán. Así que cada uno a lo suyo, la historia de mi vida, omm mani padme omm, capitán.

Chinitolandia le llamo yo a este sitio. Colas y colas y todos para lo mismo. Ya la última vez que vine conseguí que me dieran una foto del candidato, vaya palabra, me suena a hongos en el chichi, candidato mi chinito. Tiene ya siete años y le falta una pierna que la perdió pisando una mina pero me da igual, es cuestión de ahorrar para una de plástico de estas modernas que son mejores que las de verdad. Dice el funcionario que te habla como si fuera el Emperador del Japón que no es chino, que es coreano, me lo dice muy serio, cómo si fuera importante, coreano, sí señor, digo, soplapollas, pienso.

Dice Brigitte que no me lo van a dar ni de coña, que si quiero tener un hijo de puta, que si he tomado ácido, que si patatín y patatán, no entiende nada la Brigitte, a veces es una arpía, no entiende el poder de Santa María Magdalena y el de santa guita bendita que tampoco es moco de pavo, a diestro y siniestro, pasta por aquí y pasta por allá, de algo me tenía que servir este cuerpo serrano. Yo quiero mi chinito y punto pelotas. Se me ha metido en la chola. Hombre, más me habría gustado que Ash me hiciera uno, por ejemplo y llevarlo dentro, con la tripa tensa como la piel de un tambor y sentir su corazón y sus patadas, incluso el parto, qué cojones, pero no, eso no podré nunca, en la escuela nos secaban a todas, yo siempre pensaba que era por pura crueldad, una más, luego cuando ya era mayor Lord Jim me explicó que entre reglas, preñeces, abortos y partos se perdía un veinte por ciento (un día de cada cinco me explicó y ya no se me olvida) de días útiles, así que debería darme con un canto en los dientes porque me podría retirar tres años antes, es una forma de verlo, pero por las noches me abrazo a la almohada y quiero mi chinito, California puede esperar un año más.

En fin, a decorarse, primero un bañito, voy abriendo el agua caliente y joder, qué es esto, alguien que me agarra por detrás, ladrones, seguro, y algo se aprieta contra mi cara, joder que no puedo respirar y todo negro, dormida sin sueños...

Como una piedra en un estanque, olas de dolor desde el centro de mis ojos, vuelvo, vuelvo de muy abajo, noto la boca pegajosa, no puedo ni moverme todavía, todo me da vueltas, no abro los ojos porque potaría, es con ellos cerrados y estoy a punto, oigo a Ash, Marie, Marie, y me digo esto es un sueño, Marie, estás despierta, te dije que mandaría a por ti, no puedo abrir los ojos todavía pero muevo la cabeza, ay joder, qué sueño más bonito, Ash susurro y sí, soy Ash, Marie, recuerda, hasta que la muerte nos separe, por fin abro los ojos, una luz en ellos, los cierro, los vuelvo a entreabrir, una luz blanca, otra roja y un zumbido, no frunzas el ceño, Pritiguoman, que te pones muy fea, sonríe a la cámara, me dice mi amor, e intento sonreir aunque me duele todo y miro a los lados para huir de la luz y allí están, las pinzas, las cadenas, el cuchillo y la pistola, y estoy desnuda de cuero y no me puedo mover.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Paracoita by Stuart Cunningham (#2 de 3)

...Y se volvió a San Francisco de California. Como estaba previsto, sólo iba a estar aquí un mes, para un trabajo muy importante. Eso son trabajos y no el putiferio este, joder, la guita que tenía el tío y le saludaban en todos los sitios y todavía le quedaba tiempo para estar todos los días de picos pardos conmigo. Adiós, cariño, adiós, mi amor, cuídate mucho, algún día iré a California y te buscaré, no, yo mandaré a por ti y viviremos juntos hasta que la muerte nos separe. Y yo pensaba, claro, y la nena se chupa el dedo, tú en cuanto montes en el avión, si te he visto no me acuerdo, alguna vez pensarás en mi y cada vez menos y eso es todo y como mucho un día borracho les contarás a tus amigotes lo que te enseñó a hacer aquella pelirroja cuando estuviste en Europa y punto. Pero lo decía tan serio y tenía tantas ganas de creerle que cuando suena el timbre o el teléfono a horas raras, me da un jamacuco y pienso que igual es él, que lo decía en serio. Si es que soy una blanda, ya hace dos meses y todavía pienso en él, seré idiota, pues vaya metejón que tengo con el americanito, si se entera Brigitte para que queremos más, menudo cachondeo se iba a traer.

Hala, a la calle, empieza el chou, estoy hasta los güevos de este puto barrio. El edificio, bueno, aunque también hay algún capullo que me mira por encima del hombro y ya le dije el otro día en el ascensor bueno qué pasa, eh? Tengo monos en la cara? Disculpe, decía el mariquita, como me joden estos pijitos, hasta cuando te piden perdón parece que están marcando distancias, ojo chorva, no ves que tengo más guita y más cuna que tú, no quieras tocarme. Pero todos tienen lo mismo entre las piernas y a todos les gustan las mismas gilipolleces, tragatelo todo, ¿la tengo grande?, te la voy a meter hasta el corazón, puta, cómo te gusta, dime que te gusta, dime que no puedes vivir sin mi rabo, dime que soy el cabrón que mejor te folla de este lado del misisipí, dime que el mundo no tiene sentido sin esta máquina de follar. Hombres, todos igual de capullos.

Pero la calle es peor, entre los que te desnudan con la mirada y los que simplemente se te quedan mirando y los que te insultan, o te dicen fuera de este barrio. Por eso salgo casi siempre en taxi. Por lo menos a esta hora los niños están en el cole. Porque son los peores. Esos por menos de cinco te escupen o te tiran alguna basura. Desde pequeños, tan putos, pero no tienen la culpa ellos, son los soplapollas de sus padres y las estrechas de sus madres y los salidos de sus hermanos mayores que les calientan la cabeza. Ya aprenderán, aunque un barrio sin niños no estaría mal, no señor, en fin. Ay, qué mal cuerpo se me pone al hablar de niños...

Bueno, pues ya en Santa María del Mar, siempre me acuerdo de la primera vez que vine, que me convenció el curita. Cómo lloraba el curita después de hacerlo, decía soy un pecador, soy un desgraciado, soy una bestia. Ay, qué gracia, yo al principio me descojonaba, pero cuando se empezaba a golpear con el látiguillo ese al grito de perdóname padre ya no me reía. Me impresionaba. Me hacía pequeñita y me quedaba en un rincón hasta que terminaba, total, también contaba el tiempo ese y no se le fuera a escapar o pagara sus neuras conmigo. Bueno pues el caso es que el primer día que vengo me lo cruzo en las escalera de la entrada y le digo, buenos días Johnny, y él que se pone rojo como un tomate y mira a izquierda y derecha y dice qué haces aquí, y yo digo he venido para ser cristiana, padre, me has convencido y entonces pasa un señor mayor y le dice hasta luego, Padre Modesto, ay qué ataque de risa me dio, si me tuvo que pasar casi arrastras a la sacristía porque se quedaba mirando todo el mundo, así que Johnny, Padre Modesto, ay que me meo.

Ave María purísima. Bla bla bla del padre y el hijo y el espíritu, o se es uno o se son tres, si eso lo entiende hasta un niño de teta. Es que es empeñarse en hacerlo difícil, lo que no se es si un tío tan listo como Johnny se lo cree o habla por hablar. Yo ya no le llevo la contraria, al principio sí, pero no vaya a ser que no me deje venir. La que sí es guai es Santa María Magdalena, jo qué historia más bonita, enamorarse del único hombre que no podía hacerle caso porque era dios, teniendo a todos los demás en el bote. Me gustaba la peli del Superestar, cuando la china canta no sé como amarle, es un hombre, sólo un hombre más y he tenido tantos hombres antes... Como lloré cuando vi la peli. Ash me contó que la historia no era así, que la Magdalena se cepillaba a todo el grupo, menos a Judas que tenía sífilis y que por eso Judas estaba hasta los huevos porque además todos le tomaban el pelo y un día ya se cabreó del todo y les denunció a los romanos y que nada de treinta monedas de plata, que lo que le pagaron fue la Magdalena envuelta en un lacito y que le hizo todo tipo de barbaridades, que la Magdalena fue mártir, pero con Ash nunca se sabía si hablaba en serio o en broma, yo creo que esto lo decía en broma.

Dios te salve, María Magdalena, bendita tú eres y bendito tu vientre, ruega por nosotros. Dame salud, mucha salud, que si no, no me jubilo y acabo de esquinera, dame mucho dinero para dejar de pecar cuanto antes, tú tenés la palabra, y por favor que me dejen adoptar a un chinito, tú sabes que lo trataría bien, que lo educaría y que lo querría mucho, que me den el chinito, por favor te lo pido, Santa María. Te dejo el talego en el cepillo y le he puesto un ocho en cada esquina con rotulador, para que veas luego que es el mío, yo soy legal, dije un talego cada día por el chinito y estoy cumpliendo, cumple tú, santo putón. Amén.

Pues me pilla de camino, paso por el banco, que la directora quiere explicarme el Super Fondo 2100 Estrella, ya verás, Marie, esta inversión no puede fallar a largo plazo, lo garantiza el potencial de crecimiento económico de los paises emergentes, bla, bla, bla, parole, parole, al final siempre vuelve la burra al trigo, me fío o no me fío, pero me tengo que fiar de alguien, cuando invertí por lo que había oído en la red, entre pitos y flautas cuando me quise dar cuenta, había perdido hasta la camisa, si no a estas alturas ya podía estar en California, me gusta esta tía, me gusta la autoridad con que trata a los tíos, seguro que es igual en la cama, cuando se quieran dar cuenta está encima de ellos arreándolos, sólo se debe poner cachonda estando encima, una matahombres, pero parece legal. Pero hay algo que me da mal rollo en la movida esta... no, ya se, la vajilla, ya salió, por lo de la vajilla no paso, yo ya me había dado cuenta, pero Ash me lo contó que si te regalan vajillas por meter dinero en un sitio, chungo cubata, hay gato encerrado, es para palomos, si el negocio es dabuten, se vende solo, sin vajillas y sin sorteos de coches, que no se me olvide enterarme una noche de estas de en qué ha metido pasta últimamente Lord Jim, que a ese si que le va bonito y en eso la voy a meter. Voy a sacar la plata de este puto banco, jodete a tus empleados, princesa, pero a mi no me jodas que ya voy servida, ¿capichi? Pues hasta ahí podíamos llegar, habrase visto.

Sí, perdí toda mi pasta y toda la de Pan, nunca me lo perdonaré, no fui capaz de ir a verlo para contarselo a la cara, pobre Pan, ¿qué habrá sido de él? Ash decía que los dolis se gastan pronto y que acaban como hamburguesas en los Macdonalds, no sé, cosas de Ash, pero la verdad es que no conozco ninguno viejo, pero bueno, la verdad es que tampoco hace tanto tiempo que hay dolis, genéticos creo que los llaman, dice Brigitte que ella se acuerda de cuando llegó el primero de Hong Kong, el revuelo que se armó en Gomorra, dice que era nada más una polla muy grande con unas pequeñas piernecillas, Lord Jim la daba de comer atándola y poniéndole un gota a gota en vena con una especie de suero que parecía leche. Estuvo seis meses siendo la gran atracción del lugar, qué ambientazo entonces, nunca se había visto tanta gachí en Gomorra, Lord Jim hizo dinero sólo con dejar a los clientes habituales un auricular conectado a un micrófono en la habitación donde las gachís se encerraban con el Hombre Perfecto, así lo llamaban, para desternillarse de risa, ya se le veían buenas maneras entonces al Lord Jim, aunque se arriesgaba, si se enteraba el míster yo creo que lo capaba.

Yo llegué a Gomorra de la escuela una semana después de que se llevaran al Hombre Perfecto otra vez a Hong Kong, eso decía el míster, que la historia oficial era que se lo habían llevado otra vez a Hong Kong y que el que no achantara la muy sí que se iba a tener que ir a Hong Kong porque desde luego no volvía a trabajar en Europa en los días de su vida. Nos pagó una semana extra de trabajo a todos con una nota de que si a alguien se le ocurría la genial idea de intentar sacarle más pasta por el temita de la chorra andante, que se lo pensara dos veces, porque él desde luego se iba a cabrear mucho. Cuando le dije que por qué me pagaba a mí, que yo no había visto nada, me dijo que si me pensaba que él era subnormal profundo, que a ver si no sabía él que no había secretos con tanto chocho en casa y que además no quería que me diese envidia de todos los demás, que como no le conocía a ver si se me iba a ocurrir hacer cualquier boludez e iba a tener que poner su inversión en mí en la cuenta de pérdidas. En la cuenta de pérdidas, eso me dijo el muy mamonazo, menudo elemento el míster, un pájaro pero que de mucho cuidado.

Y claro que lo sabía todo, me lo contaron Brigitte y Lord Jim una noche que nos quedamos fumándonos unos petas después de chapar el garito. Se descojonaban de que me quedaba con la boca abierta, menuda pipiola era yo. Igual exageraban para hacerse los chulitos, pero no, algo muy gordo tuvo que pasar para que se montara aquel cristo. Por lo visto cuando empezaron a oir los gritos, no hicieron mucho caso, porque la gachí aquella era muy espectacular con los gritos, parecía una puta barata, pero muy barata, siempre estaba chillando cuando venía que se oía en media Gomorra, se tenía que enterar todo el mundo de que estaba follando y de que además se lo estaba pasando como Dios, luego salía y parecía que no había roto un plato en su vida, pero era una exhibicionista, Lord Jim y Brigitte le llamaban la vasca, que siempre chillaba kemekorro, kemekorro, que debía tener un novio aizkolari, también estos mira que tienen gracia a veces. Total que eran ya las cuatro de la mañana y la vasca chillando y nadie ni caso, además como ya era conocida de la casa, pues el míster solía apañarselas para que acabara en una parte retirada, donde no jodiera demasiado a la peña con sus ays, pero en esto que los chillidos se hacen más fuertes, que se hacen menos rítmicos y Lord Jim que primero piensa hay que ver la polla esta que nos va a sacar de pobres a todos, pero ya los chillidos se hacen demasiado fuertes y a Lord Jim que le da que ha oido la palabra socorro y le dice a Brigitte, oye, como socorro no sea otro nombre vasco, creo que tenemos sarao, chungo filete, voy para arriba y tú avisa al míster y apañatelas para despejar el patio. Por lo visto cuando Lord Jim llegó, ya no se oía un ruido, ni contestaba nadie al llamar a la puerta, malo, malo, la vasca callada, malo, malo. Y efestiviguonder, muy malo, chungo pero de verdad. Lord Jim ya había visto alguna jai descuajaringada, por dentro y por fuera, siempre se te cuela algún loco, por más que tengas ojo clínico, son gajes del oficio, pero lo peor, decía Lord Jim, es que el Hombre Perfecto seguía allí como si tal cosa, flexionando y estirando las rodillitas de niño, entrando y saliendo del cráneo de la vasca, por el hueco chorreante del ojo izquierdo, rítmicamente, mete y saca, dale que te pego, folla que te folla, como si ese fuera su único propósito en la vida, como si no fuera muy distinto de lo que venía haciendo todas las noches del mundo, como si la vida siguiera para siempre igual, noche tras noche tras noche, ahí fue cuando se dio cuenta de que los dolis eran el anticristo, decía Lord Jim, que donde esté una puta o un puto de verdad que se quiten estos monstruos del infierno, que ni sienten ni padecen, que son como animales, nunca le he visto yo tan afectado a Lord Jim como hablando de aquello...

Paracoita by Stuart Cunningham (#1 de 3)

Maldita resaca. ¿Cómo es posible que no se me acostumbre el bodi a la priva y que me siga doliendo así la cabeza por las mañanas? Por no hablar del puto estómago. Parece que me he comido la polla de un tragafuegos de estos del circo o cómo se llamen. De pequeña vi actuar a uno. Era muy molón, con su barbita y sus pendientes. Olía a gasolina y llevaba tatuada una calavera ardiendo en el brazo.

Y es que anoche me tomé alguno más que de costumbre, pero es que si no cualquiera aguanta al gordo seboso ese. Oye y mira que yo soy profesional, que una está hecha a tó y que en peores plazas hemos toreao pero es que el tío ese me saca de quicio. Cada uno tiene sus manías, ¿no? Bueno, pues no le aguanto, joder, y conseguir que no se cosque del tema me cuesta cada día más trabajo. Y lo que me jode no es que sea un burro, uno más, Santo Tomás. Hombre, la verdad es que no sé de que antrazo habrá sacado ese pedazo de dildo que le gusta meterme por el culo. Mi jopo puede con eso y con más, pero duele. Vaya, si duele. Un día de estos hablo con el míster y que le pasen al sector sadomaso. Si no fuera por la propinaza ya lo había hecho. Será cabrón el pichafloja.

Tampoco me jode que me diga que me quiere. No es el único. Y además se lo cree el muy gilipollas, ni que me cuente su vida que maldito lo que me importa, pongo el piloto automático omm mani padme omm y le sigo el rollo, mientras estoy pensando en el capitán Kirk, un poco gordito pero tiene algo, joder quien iba a decir que Mister Spock había tenido un hijo en secreto con la hermana del capitán.

Me jode su olor. No lo puedo explicar. A veces me huele a polvos de talco y otras a una mezcla de sudor viejo y naftalina. Me dan ganas de potar, pero sobre todo es que se me pone una mala leche que pa qué las prisas y esa sonrisa asquerosa y la cara llena de granos y las bolitas de caspa en el hombro. Joder, pues si que le he cogido manía al gordo seboso. Reconozco que hay otros más gordos, más feos y más viejos y me los paso por la piedra sin pestañear. ¿Será porque me recuerda a mi instructor en contracciones? Otro cabronazo.

¿Dónde habré puesto el puto almax? Y es que esto parece una leonera. Mañana limpio, lo juro por la Virgen. Ah, aquí esta, menos mal. Vaya pinta tengo, que ya no eres la de antes, querida Marie, que no estás ya para estos trotes, que para cinco al día hay que tener las tetas duras, mucha saliva y mucho churri, que si no, al final estás toda tan dolorida e irritadita que no te puedes ni mover. Como mucho cinco años más aguanto, y suerte si me mantengo un par de ellos en tarifa A. Y luego California, a tumbarme en la playita bajo las palmeras con un daiquiri, a ver Star Trek en el vídeo y a comer todos los helados de chocolate que me salgan del chocho. Me voy a poner como la foca más foca de las focas y al que no le guste que haga fú como mi gato. Mira que si no me da la pasta, pero seguro que sí, si me estoy forrando.

Joder con el rubito y sus chupetones, y mira que se lo tengo dicho. Recordar decirle al míster que si repite le parta un diente. Bueno, un poquito del bálsamo de Fierabrás este y en un par de horas no se notan, oye, qué maravilla. Las ojeras como siempre, yo creo que no van a peor. Luego, antes de fichar, me decoro la cara y ni se notan. Desde luego no me voy a operar para quitármelas. No estoy ahorrando yo para gastarmelo en carniceros. Pero las patas de gallo si que van peor, y yo juraría que me están creciendo las orejas. Le tengo que preguntar a Brigitte, aunque mejor no, me dirá que sí solo para putearme, la muy zorrón.

Ayayay, que ahora llega el momento difícil del espejito mágico, ¿no es esto un poquito de celulitis? Pero cómo es posible con lo que como y con las palizas de gimnasio que me atizo, piel de naranja, piel de naranja, ¿así que era esto? Claro que peores están alguno de los pircis estos, los más antiguos, jodida moda de los güevos, yo lo que creo es que a los tíos les gusta porque así se hacen la ilusión de que somos como vacas con anillos en el hocico y que pueden tirar y llevarnos y traernos y que ni sentimos ni padecemos y que desde luego no recordamos. Pues estoy harta yo ya de que me tiren de los anillitos, que parezco un anuncio de llaveros. En California no me voy a dejar ni uno.

Bueno, uno sí, pero ese es distinto, este anillo en ocho tumbado que agujerea seis veces la piel de alrededor de mi ombligo, un recuerdo, mira que era caprichoso, pero la verdad es que no hay otro igual, Marie-8 me llaman, y Maries hay muchas en Gomorra, pero Marie-8 sólo la menda lerenda. Marie Infinita me decía él y cuando le preguntaba por qué, se sonreía y me besaba. También Marie Pritiguoman, y esto si me dijo por qué un día que le pillé tierno, había una peli antigua de una princesa que se parecía mucho a mí y se llamaba Pritiguoman, que es un nombre africano. Ash, mi Ash, qué mes tan bonito me hiciste pasar, mi amor, era americano, de San Francisco de California, y siempre me contaba muchas cosas de California y de sus playas pero decía que si iba tendría que dejar de fumar marijuana porque allí está prohibido, yo creo que me vacilaba.

Era como un sueño, me mandaba flores, me llevaba a cenar a los sitios de la yet, y cómo hablaba, qué piquito de oro tenía, la de cosas que me contaba del mundo y de la gente, claro que usaba muchas palabras que yo no entendía, pero eso sí cuando le preguntaba me las explicaba tranquilito y con paciencia. Claro que lo malo era que muchas veces yo no entendía la explicación, jajaja, así que al final pasaba de preguntarle por no parecer tonta, total, si a mí lo que me gustaba era oirle hablar, que hablaba mejor que los de la tele y con más gracia.

Lo más curioso de Ash es que no me quería para follar, bueno, claro, follamos tres o cuatro veces y la verdad es que me lo follé bien follado, vaya que si le gustó a mi americanito, un tío no puede fingir eso, si al final me tenía que pedir que parara. Pero no buscaba eso, esas cosas se notan, ya ves tú si se notan y por eso lo quería aun más. Si la última vez, que fue super romántica, el polvo de mi vida, me tuve que empeñar y rogarle y sólo cuando se me escapó una lágrima empezó a besarme, esa vez nos quedamos dormidos abrazados juntos, que no me había pasado nunca. La verdad es que mira que era raro, no he conocido un hombre parecido en mi vida. Hombre, malcogido si que estaba, no se lo habían cepillado en condiciones, porque la primera vez no había visto yo tanta leche en los días de mi vida, se me quedó medio muerto, le temblaban las piernas y chillaba como un gorrino en el día de San Martín, y cómo me gustaba a mí verle esa mirada perdida, saber que en ese momento era mío mío mío. Una vez me paré y le dije di mi nombre o paro, cabrón que me tienes loca, di que me quieres o aquí te dejo, dilo más fuerte, dilo más veces y vaya que sí que lo dijo, Marie, Marie, Marie, mi amor, Marie, sigue, Marie, te quiero, te quiero, Marie, Marie, Marie, para, Marie, que me matas, Marie. Después me dijo muy serio que ni se me ocurriera volver a hacerle eso y me besó y me sonrió pero la verdad es que lo dijo de una manera que no lo volví a hacer, me daba mal rollo, que se yo...

viernes, 11 de diciembre de 2009

Los clanes de la Isla Alfana

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En Friquitaun es un axioma que todo es siempre más complejo de lo que parece, todo está relacionado y todo es un juego. Para ser un verdadero ciudadano de Friquitaun (no un turista ocasional), hay que estar siempre receptivo al juego, a la finta dentro de la finta dentro de la finta, a ser más listo que el de enfrente, a conversar en Klingon o en Sindarin como un nativo, si es menester... en definitiva tienes que estar dispuesto a dormir todas las noches con tu katana debajo de la cama para cuando llegue el momento, Matar a Bill.

Hay en Friquitaun un barrio de inmigrantes, un barrio de aluvión con un crecimiento demográfico impresionante. Se trata de Lostville. Como todos los barrios de inmigrantes, es contemplado con desprecio y miedo por los residentes de toda la vida pero como todos los barrios de inmigrantes, trae mestizaje y vitalidad y aunque sólo sea por eso, merece la pena pasear un poco por sus calles.

Vosotros, pobres mortales, no os habéis percatado todavía, pero los personajes de Perdidos están organizados por familias. Dejadme que os abra los ojos:

El clan más fascinante es el de los Filósofos/Científicos (recordad que hasta hace no mucho no había una separación nítida entre ambas familias). A este clan pertenecen:

  • John Locke, tocayo del filósofo inglés (1632-1704) padre del empirismo y enemigo del determinismo, lo que no deja de ser gracioso puesto que en la serie, John Locke es un creyente ciego en el determinismo y en el Destino.
  • Desmond David Hume, homónimo y paisano del escocés David Hume (1711-1776): Este filósofo era también empírico y escéptico, pero probablemente una de sus mayorse contribuciones a la Historia del pensamiento humano es aplicar la duda metódica a las relaciones de causa y efecto, lo que viene como anillo al dedo al personaje de Perdidos que viaja en el tiempo, ve el futuro, lo intenta evitar y, en general, se hace la picha un lío.
  • Danielle Rousseau. Jean-Jacques Rousseau (1712-1778) es probablemente el más conocido de la tribu. Entre sus muchas contribuciones a la Ilustración está su novela-ensayo El Emilio, que relata y especula sobre el resultado de un niño que hubiera pasado toda la vida en estado salvaje, sin socialización y sin interacción humana. Poco más hay que decir para mostrar el paralelismo con la francesa que ha pasado dieciseis año ssola en la Isla.
  • Daniel Faraday. El Faraday original (1791-1867) es reconocido hoy en día como el auténtico padre del electromagnetismo. Si tenemos en cuenta que Daniel intenta en repetidas ocasiones evitar que se perturben las anomalías magnéticas de la Isla y que -mientras Daniel básicamente curra en experimentos sobre el viaje en el tiempo- la Teoría Electromagnética estudia magnitudes físicas vectoriales en un espacio-tiempo N-dimensional y no necesariamente anisótropo, difícilmente se nos puede ocurrir un padre putativo más adecuado para Daniel que el inglés Michael Faraday.
  • Eloise Hawking se llama así como referencia al físico Stephen Hawking (1942-), cuya obra de mayor difusión entre el gran público es Historia del Tiempo. De nuevo la estructura del continuo espacio-temporal, sus anomalías y singularidades (los agujeros de gusano) y el viaje temporal están apenas escondidos en la referencia.
  • Richard Alpert, nombrado así en honor del profesor de universidad homónimo (1931-), colaborador de Timothy Leary, Allen Ginsberg y Aldous Huxley. Parece que los dos motivos para esta referencia son:
  1. Alpert inspiró a aldous Huxley para que escribiera su novela La Isla.
  2. Alpert fue expulsado de la Universidad por sus experimento scon LSD sobre sujetos humanos. Hace referencia a la dudosa deontología de los experimentos científicos de los Otros para resolver el problema de la muerte de las mujeres embarazadas en La Isla.

Otro clan numerosísimo es el Hebreo. No es casual que los guionistas sean judíos y las referencias abundan:

Desde Ben(jamin), el último de los hijos (¿discípulos?) de Jacob, hasta el propio Jack Shephard (Shepherd, pastor, líder, como en ...El Señor es mi Shephard, nada me falta, me guía a través de los verdes valles...), pasando por Illana (Arbol), Abaddon (el ángel del abismo en el Apocalipsis), Michael (Otro Enviado), etc.

En cuanto al nombre de la Némesis de Jacob, os dejo con una conjetura interesante, tomada de Génesis 32: 24-29.

24 Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba.

25 Cuando el hombre vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba.

26 Y dijo:

--Déjame, porque raya el alba.

Jacob le respondió:

--No te dejaré, si no me bendices.b]">

27 --¿Cuál es tu nombre? --le preguntó el hombre.

--Jacob --respondió él.

28 Entonces el hombre dijo:

--Ya no te llamarás Jacob,c]"> sino Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.d]">

29 --Declárame ahora tu nombre --le preguntó Jacob.

[...]


Pero no creáis que en La Isla o se es Filósofo o se es Hebreo.

También está el Clan Grecorromano: Encabezado por Penélope, la mujer que se quedó esperando enamorada a un marido que naufragó (Odiseo/Ulises/Desmond) y que está dignamente secundada por personajes como Miles (sólo un soldado), Lapidus, Caesar o la propia Alex.

Reconozco que el Clan Asiático es más bien de relleno (Chang, Sun, Jin, Sayid), pero no así el Clan Literario (Charlotte, Sawyer, Kate, Juliet, Walt, etc.). Sólo os voy a ayudar en éste Clan con Charlotte, que es un poco más difícil que los demás. Charlotte Staples Lewis (C. S. Lewis) tiene el mismo Nome de Plume que el autor de Las Crónicas de Narnia. ¿Por qué? Porque ambos pasan la vida intentando reencontrar el lugar mítico de su infancia. Los demás son más fáciles y supongo que estarán a vuestro alcance.

Hugo, claro está, constituye un clan por sí solo, como el sorbete cortante y aislado que es en la serie (con su inmensa humanidad entre modelos anoréxicos, con sus discusiones sobre si es más poderoso Flash que Superman, con su ocurrencia de reescribir El Imperio Contraataca...) y no deja de ser gracioso, evidente y a la vez oculto que Hugo quiera decir El de Inteligencia Clara, gracioso en un esquizofrénico paranóico desapegado de la realidad...

Y nos queda Charles Widmore, pero toda teoría conspiratoria tiene que tener una excepción, porque si no, no resultaría gracioso y ¿de qué se hablaría en las tertulias de Friquitaun si no nos quedara siempre un pequeño enigma?