lunes, 27 de agosto de 2012

Apología de Prometheus: Vamos a ver, ¿Qué esperabáis?


Primero de todo, que quede claro: Ridley Scott es Dios (Los Duelistas, Alien, Blade Runner) y, como el Dios de Nietsche, ya murió y erra por las estepas cual zombi descerebrado (Legend, 1492: La Conquista del Paraíso), con apenas infrecuentes y traslúcidos destellos (Thelma y Louise) del pasado esplendor. Pero es Dios, y cualquiera que se quiera meter con él, y muy especialmente con todo lo que rodea el universo de su primera época como director, se las tendrá que ver conmigo, ¡voto a bríos!

Dicho lo cual, que sepáis que estoy muy entristecido por la pobrísima recepción crítica que ha tenido Prometheus. Cierto que no es una obra maestra, pero me parece una película más que correcta, sobre todo por comparación con el tono general de lo que nos llega de ultramar (por no hablar de la casi inexistente y acomplejada producción de aquende los mares). Desde luego es lo mejor que ha hecho Scott en la última década sin discusión (yo diría que desde 1982 pero hay mucha gente que opina que Gladiator es una buena película: la democracia y tal), y en el tono general de las películas de ciencia-ficción está en el cuartil superior.


Sin embargo, y tal vez porque teníamos derecho a esperar mucho del septuagenario Scott, la canalla y los pérfidos intelectuales se han ensañado con la peli.

Los aspectos más negativos que resaltan las críticas son:

  • un conjunto de errores e inconsistencias graves en el guión.
  • Un afán de transcendencia grandilocuente.
  • Una traición al espíritu de la saga y una dilapidación de la herencia de la misma.

A continuación, mi (no siempre) modesta opinión sobre cada uno de estos aspectos:

El guión

Es aquí donde la crítica feroz está más que justificada. Lindehof (¿os suena Lost?) ya ha dado pruebas en su trayectoria de ser tramposo y chapucero y Prometheus no constituye una excepción. Indigna que Scott haya consentido tamañas chapuzas en lo que debería ser una criatura muy querida para él.

Aún así, hay que distinguir entre la trama y la peripecia, como nos enseñarían en cualquier curso de narrativa elemental; la trama es correcta y huye de la facilona repetición mecánica del esquema de las películas anteriores de la saga (Scott, Cameron/Avatar, Fincher/El Club de la Lucha, Jeunet/Amelie, Anderson/Resident Evil) mientras que la peripecia es mucho más alambicada de lo necesario y tiene más agujeros que un queso Emmental. 

Podéis encontrar una disección feroz de las chapuzas guionísticas de Lindehof en Jot Down.
Sin embargo, hay más chapuzas.

#begin spoilers
  • La más indignante es que el xenomorfo sale del ingeniero en el puto suelo, en vez de mientras este está sentado a los mandos de la nave alienígena. Esto es fundamental porque desafina una cuidadosa construcción detallista que desentraña el misterio que la Nostromo encontró en Alien. Es inexplicable que Scott haya permitido esto.
  • Tampoco está mal, aunque sea irrelevante que a la francesa se le acabe el oxígeno, entre un segundo en la nave y vuelva a salir con el depósito lleno.
  • Y encima la tecnología (computadores, androides, ec.) es más avanzada que en Alien, lo cual supone un extraño anacronismo.
Reconocido todo lo anterior, que no es poco, ya la gente se envalentona

  • ¿Cómo es posible que el calamar triplique su tamaño en horas? Pues esto es consistente con el rapidísimo ciclo metabólico del xenomorfo. En las pelis anteriores hay numerosos ejemplos de esta rapidez.
  • ¿Por qué el engrudo negro deconstruye el ADN cuando es ingerido por el ingeniero mientras que porta el parásito en el resto de la película? Porque no son la misma sustancia. Pretender que café y cocacola son lo mismo porque tienen una coloración similar es una chorrada.
  • ¿Cómo sabía el androide como utilizar el engrudo? Probablemente con la simple inspección microscópica detecta el virus xenomorfo. Darselo a ingerir a un huesped garantiza su desarrollo. El que el huesped además insemine a otro humano mientras está infectado es una especie de bonus con el que no había porqué contar.
  • ¿Cómo sabía el androide que los franceses iban a copular? Irrelevante. No lo sabía.


La trascendencia

La supuesta trascendencia, querido Sancho, está tal vez en los ojos que miran y en las convicciones de los personajes. Donde críticos ven constantes simbolismos cristianos yo lo único que veo es una premisa clásica en la ciencia-ficción contemporánea: la ingeniería genética a gran escala, realizada por una raza alienígena. 
¿Por qué crean a los humanos los ingenieros? Porque pueden. 
¿Para qué? Quién sabe si por divertimento o más probablemente como campo de pruebas para armas biológicas (más sobre esto, después). 

Ni estas preguntas ni estas respuestas son importantes y la peli no hace ningún intento de discurrir por estos caminos. Ni en el fondo ni en la forma intenta Prometheus ser una película soobre el origen de la humanidad, de la vida o del universo; eso no tiene sentido reclamarle que no responda a tan estériles preguntas.

El espíritu de la saga

Pues para mí, si la peli tiene un acierto además de los obvios de la estética y de los efectos especiales, es el de ser absolutamente fiel a la historia. Se trata de una precuela y por lo tanto su función en la globalidad del ciclo "Alienano" es proporcionar contexto a lo novedoso y misterios de la serie. Y vaya si lo hace: Los xenomorfos no son más que armas biológicas diseñadas por una raza alienígena. En su diseño están las claves de su adaptabilidad, su resiliencia y su feroz metabolismo. Dichos alienígenas además tuvieron el buen sentido de producir estas armas en un planeta remoto (las pirámides no son más que arsenales) y el ir a enviar un cargamento de parásitos a la Tierra tiene evidentemente una finalidad experimental. Incluso se explica brillantemente el vago antropomorfismo del monstruo puesto que muta según el huesped (de serpiente a calamar, etc.) y el primer alien clásico emerge de la parasitación de un Ingeniero que -recordemos- tiene el mismo ADN que los humanos.


Y puestos a buscar simbolismos, me quedo con el de Prometeo, que designa, tal vez, a la expedición cuya misión es llevar a la Tierra el conocimiento. O tal vez es sólo el nombre de la nave. O tal vez designa al Ingeniero que lleva la vida inteligente a la Tierra. En cualquier caso, la comparación con el Titán Clásico que llevó el fuego a los hombres y fue duramente castigado por Zeus resulta obvia.


#end spoilers

En definitiva, una peli de ciencia-ficción bastante correcta y muy entretenida. Y además un agradable ejercicio nostálgico con su relación con Alien como principal activo. Su único problema es que probablemente le hemos exigido demasiado. Claro que el listón estaba altísimo.

martes, 7 de agosto de 2012

Los Gozos de la Edad Madura

Julio se rasca la calva, pensativo. Se da la vuelta en la cama -la barriga, convexa, blanquecina, cual giba de ballenato, parece que va a resoplar de un momento a otro-.
-Lola.
-¿Sí?
-¿Un poquito de tal y cual?
-¿De qué?
-Ya sabes, mira como lo tengo.
-¡Ay, Julio! ¡Qué labia tienes! Espera que me coloque.

Y no creas que no, a pesar de la barriga de Julio y de las tetas de Lola, en las que la gravedad ha cincelado su inexorable geometría, humores y tumescencias se desencadenan lúbricos; tal vez menos graciles que antaño pero más eficientes y eficaces.

La experiencia es un grado, tú, y Julio conoce ese cuerpo a tientas, y dónde tiene los resortes, y qué combinaciones son más deleitosas, aunque sean repetitivas. Y Lola, ay mi Lola altiva, la de la felación sin dentadura: Siempre pensé que lo más importante es la voluntad de agradar...

En diez minutos el paroxismo, contenido pero certero, sin aguja, pero con un posgusto de taninos que no tiene el blanco joven, más afrutado y efímero.

Apenas una hora después (a Julio ya Natura le ha impuesto algunas limitaciones de índole práctica) se repite el introito:

-Lola.
-¿Sí?
-¿Un poquito de tal y cual?
-¿De qué?
-Ya sabes, mira como lo tengo.
-¡Ay, Julio! ¡Qué labia tienes! Espera que me coloque.

Y mientras se desarrolla este preámbulo gozoso, de conclusión previsible, Julio piensa que alguna compensación tenía que tener el puto Alzheimer de Lola y que por fin la ha encontrado.

Lola, por su parte, piensa que esto de la Viagra no está tan mal...

sábado, 28 de julio de 2012

Don Hilarión en Filandón

-Los ricos de familia sois la leche.
-Oye colega, que yo vengo de donde vengo, de nescafé y cocido sin aspavientos día sí y día no.
-Ya. Pues te has acostumbrado muy rápido.
-¿A qué?
-A ser pijo, muy pijo, exquisito y borde.

Sí. Y hete aquí. Macrorrestaurante. Todo precioso. Y qué género. Tomates, rodaballos, meros y vacas viejas. No hay cosa igual en la capital. ¡Cuántos camareros! Atentos, profesionalísimos, sin llegar a obsequiosos ni pelotas. La leche. Los García de toda, toda la puta vida, los de las Pescaderías Coruñesas no han escatimado en nada, y da gusto, en más de un sentido.

Pero es como un oasis, como un cabaret en el Berlín nazi de 1945, puro crepúsculo de los dioses. Fuera Madrid las pasa putas, pero aquí, los banqueros y los centuriones bancarios, los ejecutivos, los futbolistas del Real Madrid, los casi extintos de la única industria patria -la inmobiliaria- finjen que no pasa nada, y siguen pijos, muy pijos, exquisitos y bordes, apurando los días de vino y rosas, por si se acaban pronto, just in case.

No hay chicas, sólo mujeres, será porque requiere algo de tiempo acumular tanta pasta. Pero las mujeres, muy guapas, muy ricas y muy arregladas, noli me tangere, just in case.

Y luego los yintonis en la terraza, correctos y sin el afeminamiento floral y frutal que impera, al filandón, a la sobremesa, a contar historias que eso es un filandón, la tertulia después de cenar se llama así en el oeste de Galiza y en León, que lo sepas. Como soy pijo, pues con un habano petit robusto de Hoyo de Monterrey. ¿Qué más se puede pedir? Emmm... herpes, talco y tecno-pop.

Todo muy rico, velada inmejorable. Pero qué decadente, qué cargo de conciencia entre Mercedes y Bentleys. Te acostumbraste muy rápido, flaco.

domingo, 20 de mayo de 2012

Me equivoqué de película


Me sorprendí a mí mismo no disfrutando particularmente de Los Vengadores (excepción hecha de cuando miraba a mi embobadísimo hijo de 10 años, que no sabía si pedirse el Capitán América o Iron Man, pero que tenía muy claro que yo era sin lugar a dudas Hulk).

Aun me sorprendí más cuando comprobé que tanto al universo bienpensante como a la colonia friqui les había encantado, casi unánimemente.

Tras reflexión he entendido que yo iba a ver otra película. Seducido y engañado por la estética de Ultimates (hasta extremos tan literales como tener a Samuel L. Jackson encarnando al Coronel Nick Fury), pensaba que iba a ver una película posmoderna, que aprovecharía para actualizar el arquetipo y la vigencia de los superhéroes, realizando una traslación cultural del comic original desde 1963 hasta el mundo post 9/11, post-facebook y post-Lehman Brothers; una traslación cultural en la que los personajes, sus problemas, mentalidades y diálogos hubieran envejecido como los lectores originales.

Y no. La película es otra.  No en vano Disney compró Marvel. No hay política, no hay violencia más que de la de plástico, no hay sexo, no hay relaciones personales torturadas. No juega en la liga adulta, el argumento es blando. Hasta los efectos especiales son anodinos -sí, estado del arte, que en 2012 es mucho decir, pero nada especialmente especial.

Ni siquiera tiene el cinismo Stark de Iron Man, ni la ingenuidad cincuentera de Capitán América, ni la grandilocuencia épica y wagneriana de Thor. Se queda en un puro elemento de marketing tipo cross-selling, balndurrio sin impronta ni personalidad. Aunque haya roto taquillas, la Historia no la recordará.

Algún diálogo ingenioso (pocos), es casi lo único que se salva, y Robert Downey, Jr. haciendo lo suyo, que lo tiene ya muy perfeccionado.

Nada de lo que yo esperaba:

  • Nada de una historia de malos tratos entre el Hombre Gigante y la Avispa.
  • Nada de una disección feroz a la reacción de USA tras los atentados.
  • Nada de deleitarse en la brecha generacional entre el Capitán América y el siglo XXI.
  • Nada de un Hulk priápico y caníbal.
  • Nada de una oda patriótica y neoconservadora.
  • Ni Tony Stark rompiéndole una botella de champán en la cabeza a La Viuda Negra.
  • Ni un Thor que no se resuelve entre mesiánico y esquizofrénico.
  • Ni siquiera una historia de Skrulls nazis.

¡Qué gran película se ha perdido! Pero claro, probablemente habría sido menos comercial, así que en el fondo es lógico.

Así que me volví a casa a lamerme las heridas y releerme The Ultimates, y lo pasé mucho mejor. Tengo amigos que opinan que se trata de un tebeo fascista, derrotista y deconstruccionista que blasfema contra lo que realmente encarnan los superhéroes pero...


Si Jehová no me parece lo suficientemente sagrado como para no opinar, mucho menos voy a tener esa consideración con el Capitán América....

lunes, 9 de abril de 2012

El Dios de las Matanzas


¡Jo, qué peliculón!

Después de una pretenciosa y sobrevalorada The Ghost Writer y después de un capítulo más en su folletinesca y aparatosa biografía, Roman Polanski nos deleita con una miniatura -hasta en el metraje de setenta y nueve minutos- en la mejor tradición de las obras de teatro adaptadas con éxito a la gran pantalla (Casablanca, Muerte de un Viajante, Enrique V)

Se trata de una adaptación del éxito teatral Un Dieu de Carnage (el Dios de las matanzas), de la escritora francesa Yasmina Reza.

El argumento es simple: después de una pelea entre dos niños en un parque en el que a uno de ellos se le va la mano, los padres de ambos quedan en casa de una de las parejas para discutir y arreglar muy civilizadamente el incidente. A partir de ahí Polanski/Reza diseccionan lo superficial y convencional del contrato social occidental y la fragilidad de la pátina de civilización que apenas recubre lo primario de actitudes y comportamientos. Es como El Señor de las Moscas pero sin necesidad de naufragar en una isla desierta. Apenas hace falta una hora en un salón pequeñoburgués (la acción se desarrolla en tiempo real) para que los personajes acaben con líneas como

-I wipe my ass with your Human Rights [me limpio el culo con tus derechos humanos]
o
-Your son is a fucking snitch [tu hijo es un puto chivato]

No habría sido posible sin interpretaciones maravillosas de Kate Winslet, Jodie Foster, John C. Reilly y Christoph Waltz. Intensas e histriónicas pero casi creíbles y divertidísimas.

Una peli refrescante en un panorama desolador de guiones absurdos y endebles y pirotecnias efectistas sinargumento que sustentar, una glosa a las discusiones ilustradas entre Hobbes y Rousseau, una pequeña construcción de relojería que conduce a un final casi hasta reflexivo.

Muy recomendable-

domingo, 11 de marzo de 2012

Aldaba



Sólo me viene a la cabeza un calificativo para aplicar a este restaurante: tardofranquista. Se puede aplicar con soltura al local (mobiliario que ha conocido días mejores), al personal (huele a formol y a una improbable mezcla de caspa con laca; además compensa su servil servicialidad con una torpeza senil), a la localización (Alberto Alcocer -padre- 5, Madrid, muy Costa Fleming y entre tecnócrata y desarrollista), e incluso a la clientela (de toda la vida, incluso de una vida anterior). Ambientazo, vamos.

Pero es ello, a pesar de los pesares, que la borraja con guisantes me produjo sensaciones extáticas. El revuelto de bacalo era sofisticadísimo y nunca había probado un risotto de carabineros con un posgusto tan delicado, a pesar de que no llevaba queso y sólo un poco de mantequilla. Ayudamosnos con un Muga crianza correcto, no porque sedujera a priori sino porque los precios de la bodega no permitían otra cosa. 

Luego ya todo volvió a lo esperable con una repostería deleznable y unos chupitos lumpen-proletarios. Y claro, ni la previsión de precios ni el mencionado ambientazo nos permitió explorar los bebedizos de vaso largo, así que nos fuimos con la música a otra parte, no sin un nostálgico y envidioso atisbo de una prometedora cava de puros, tan anacrónica y fuera de lugar como nosotras, gracias a la legislación vigente.

Volveré, cuando ahorre, porque me gusta la Historia, el riesgo y la cocina sofisticada. Y quién sabe, quizás el Angel de la Muerte visite a camareros y clientes y la renovación genética lo vuelva a llenar de beautiful people. La beautiful people lo que tiene es que acompaña bastante.

Caro.

Crítica © by Sushi-Toro.

viernes, 10 de febrero de 2012

Petenera

Ya no se hace la petenera.

Me di cuenta el otro día, en un autobús, en otro país, con dos cervezas, rodeado de guiris exóticos, lúbricos, admirativos, tal vez ebrio de bulería, un, dos, TRES, cuatro, cinco, SEIS, siete, OCHO, nueve, DIEZ, un, DOS, un, dos, TRES...

Atavismos, rescoldos del pasado, creo que fue la última petenera que se cantó en Europa, desde luego la última en London Calling.

Qué pena, penita, pena!
Madre de mi corazón
Sólo en documentales,
tanto tormento y dolor
que hay en mi petenera.


La última gran petenera que se grabó fue por José Meneses para la película Flamenco de Carlos Saura, aquella que dice... Condenado estoy a muerte si me ven hablar contigo...


domingo, 15 de enero de 2012

The Jennifer Morgue. Perlas

Pastiche posmoderno que combina Los Mitos de Cthulhu, de H.P. Lovecraft, con las novelas de James Bond, de Ian Fleming, pasadas por un tamiz criptohacker entre Neal Stephenson y William Gibson, pero más divertido y con peor leche.

De momento la segunda de tres novelas con el mismo set-up, entre The Atrocity Archives y The Fuller Memorandum. Filón no sostenible una vez agotada la novedad pero de momento muy entretenido. Recomendable.

Si trabajas para la Lavandería durante suficiente tiempo, eventualmente te llegas a acostumbrar a los pequeños insultos, a las auditorias de las grapadoras, al asqueroso café de la cantina y a la interminable e inevitable burocracia. Tus sentidos estéticos se abotargan y acabas no viendo la decadente pintura verde guisante o los biombos beis-vómitoque separan los cubículos. Pero sin embargo las grandes indignidades siempre te sorprendes y son estas las que pueden hacer que te maten.


Darmstadt es una de esas ciudades alemanas que han tenido como paisajistas a los Bombarderos Aliados, como planificadores urbanísticos al Ejército Rojo y como reconstructor al Plan Marshall, y que demuestran perfectamente que (a) a veces es mejor perder una guerra que ganarla, y (b) algunos de los peores crímenes contra la humanidad se cometen por estudiantes de arquitectura.


Una vez que has visto un hotel internacional, los has visto todos. El romanticismo del viaje se desvanece rápido después de la primera vez que te has quedado varado en un aeropuerto con una maleta llena de ropa interior sucia dos horas después de que haya salido el último tren.


No se recomienda compartir el hipotálamo con devoradores de cerebros alienígenas.


La mayoría de las zorras quieren ser folladas salvajemente por un extraño, sólo que antes se tienen que convencer a sí mismas de que es un tipo sensible y cariñoso primero, para vencer sus inhibiciones.


-Sí, puedes coger un café; prefiero no tener entrevistas con sujetos en estado comatoso.


Es como descubrir que la razón de que tu ordenador vaya lento es que ha sido secuestrado por un cateto diseñador de virus de Maui, que lo ha metido en una red de zombis y que lo está usando para mandar correos electrónicos con anuncios de productos para el alargamiento de pene a toda Ucrania.


Si empiezas a preguntarte qué magnates de la industria están poseidos por monstruos devoradores de almas procedentes de otra dimensión, entonces ya no hay límites.


Luces verdes en el fondo de los ojos y una clara falta de respiración, son normalmente indicativos de que estás mirando a un horror sin nombre de fuera del espacio-tiempo y no a algo realmente siniestro como, por ejemplo, un directivo de marketing.


Nadie acusa nunca da Recursos Humanos de tener una mala idea; son sutiles y de ira fácil, y contemplar su venganza es escalofriante.

sábado, 7 de enero de 2012

Microrrelato: Conversación interrumpida




-¿Más?
-¡Sí!
-¿Seguro?
-¡Chof!...


Cuatro palabras. Concisión, economía de formas, sarcasmo, estructura, zen... lo adoro.