miércoles, 8 de septiembre de 2010

Radical

Tengo que admitir con humildad que había subestimado al enemigo. Sigue aquí. Ya no se qué hacer. sólo me falta llamar a una meiga y hacer un conxuro. Tengo que tranquilizarme. No es para tanto.

Además, ¿para que quiero un jardín? ¿para estar siempre cortando el cesped? Pues anda que no hay campo. Me han dado tres presupuestos muy económicos para solar de cemento el jardín, y poner por encima cesped artificial.

Y tan ricamente.

Y al primero que se ría, le retiro la amistad y le parto el alma.

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