sábado, 24 de abril de 2010

100 Balas #27: ¿Dónde te fuiste, Joe Di maggio?

100 Balas es un tebeo mestizo: Mezcla historias de perdedores en la tradición más Noir, situaciones extremas con diálogos acerados y humor negro en el más puro Tarantino y con una tremenda historia de Teoría de la Conspiración al estilo de XIII de Van Hamme, que se va desplegando parsimoniosamente, quitando poco a poco capas de cebolla, debajo de las cuales hay... pues otras capas, ¿qué va a haber?. Azzarello sigue un desarrollo coral en el que necesariamente unas voces son más brillantes que otras, unas melodías más emotivas, unas tragedias más cómicas y unos hijosdeputa más simpáticos que otros. Es cierto que entre col y col, hay varias lechugas pero precisamente casi que son al final las historias más marginales, las de personajes más secundarios, las que menos avanzan la trama del Trust y los Milicianos, las que mejor sabor de boca dejan.

Una de mis preferidas es la del #27. En ella, el agente Graves va a un hospital a entregar el habitual maletín de las cien balas a un individuo que ha sufrido un grave accidente de coche (el miliciano Milo Garrett, como se verá más tarde en el arco argumental El Falso Detective) y al salir encuentra a un anciano que le reconoce porque mucho tiempo atrás a él también le dieron el maletín. En la historia que sigue no se da ningún nombre y apenas es la casual aparición de la palabra Dallas la única confirmación qe que realmente nos están contando lo que creemos que nos están contando: el viejecito es Joe Di Maggio, y fue él (y tal vez otros) quien mató a JFK cuando se enteró que el presidente había mandado "silenciar" a su ex-mujer, Marilyn Monroe para evitar uno de los habituales escándalos sexuales presidenciales. ¿Cómo se enteró de tal cosa el señor Di Maggio? Porque Graves le dió el maletín de las 100 Balas. 

Una de las especulaciones conspiratorias preferidas en USA es que nunca se ha sabido quién mató en realidad al presidente John Fitzgerald Kennedy y aquí Azzarello quiere tender un puente hacia la realidad desde las todopoderosas y despiadadas familias del Trust, con lo que por un momento siquiera breve, te preguntas ¿y si fuera verdad todo esto?, que es lo que mola de las teorías de la conspiración claro. 

Redondeado con una gran historia de amor en la que Joe di Maggio todavía lleva flores a la tumba de Monroe treinta años después de la muerte de esta. Bueno, si es que él es él y ella es ella, claro.

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