Ay, negra, si tú supieras...
La esposa triste se bañaba...
No duerme nadie por el cielo...
Qué bien se yo la fuente que mana y corre...
A dibujar esa rosa...
¿Quién te escribirá canciones de amor?
Pues ahora ya nadie, nadie, nadie, no duerme ya nadie.
1 comentario:
Se cayeron las estatuas
al abrirse la gran puerta....
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