domingo, 30 de noviembre de 2008

Con lo bien que habría aprovechado el tiempo viendo "Corazón, corazón" y comiendo palomitas

Una deleznable pérdida de tiempo. De record del mundo. Pocas veces me he sentido tan desilusionado.

Con lo listo que es el Brad Meltzer, con lo bien que escribe en las raras ocasiones en las que se esfuerza en ello, con el sentido del ritmo y de la composición que tiene, ¿cómo puede tener la poca vergüenza de venderse al Becerro de Oro de esta manera tan descarada y perezosa?

La novela es mala, sin paliativos. Mal escrita, mal ideada y mal estructurada. Incluso para ser un best-seller del tipo political-thriller.

Pero lo que más me indigna es que es tramposa: Un fondo muyyyyyyy superficial sobre la francmasonería, porque toca, porque estas cosas le molan a la gente y porque es muy rollo DaVinci. ¿Cómo puede tener el morro en la Nota del Autor final de vanagloriarse de lo serio de su investigación? Pero si esa investigación se hace en Google en quince minutos, chaval.

Los personajes de la novela se reparten a partes más o menos iguales entre los oligofrénicos y los caricaturescos. Como si los hubiera comprado en el hiper a tanto el kilo.

En suspensión de la incredulidad, cero pelotero. Puedo creer sin esfuerzo en marcianos telépatas si se me entra por las buenas, pero un tirador de élite esquizofrénico profundo (no es hipérbole ni metáfora) al que le cuentan cuatro cosas manipuladas de su infancia y acepta como misión de su vida asesinar al que le conviene al malo, pues rebasa mi credulidad incluso mientras estoy intentando tragarmelo. Ah, sí, claro, y los malvados alternan entre maquiavélicos y tontosdelculo consumados según las fases de la luna. Tampoco me lo creo.

Por lo menos en los de Tom Clancy aprende uno de submarinos (no es coña, os lo dice un ex-oficial de la Marina de Guerra), pero en este como mucho aprendes de... bueno, de nada.

Sólo hay tres cosas positivas que señalaría:

  • Sigue sabiendo hacer ese truquito de que al final de cada capítulo acabe alguién colgando de algún acantilado.
  • Hay un momento paranoia del tal Nico Hadrian, que está el hombre con sus alucinaciones y tal y por momentos me sentía en Elektra: Asesina de Miller y Sinkiewicz. Mira tú, lo que he sacado en limpio de todo esto es que me lo voy a releer.
  • Aunque hay momentos en que dudas, en un momento dado termina. Juro por mis cuelnos que este es el último libro que me termino sin que me guste. Que le den al belog.

Adjetivos de la prensa americana para The Book of Fate: paced like lightning, knucle-biting",terrific, fascinating, well-researched, highly-inventive, enthralling, enjoyable,suspenseful, astounding, electric (?), rip-roaring, unforgettable, explosive, wild, entertaining. Pa' gustos, los colores.

Y fíjate en que el trabajo que hizo en Identity Crisis me parece cojonudo. De hecho es la única de todas las Crisis que me parece que vale para algo más que para poner un poco de orden en una continuidad que claramente se había ido de las manos o para intentar encontrar alguna perla en el mulandar de personajes secundarios generalmente sin gracia alguna. El trabajo de Meltzer en Identity Crisis es fresco, novedoso, original y como varias veces más interesante desde el punto de vista de la narración y de los personajes que el estándar en estos tebeos. Creo que le prestaron la franquicia de la Liga por el éxito de esta miniserie. De esa época solo me he leído The Tornado's Path. No está mal, pero no le llega a la crisis.


Brad Meltzer, Stick to the League, My Friend, stick to the League...

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