Muchos ya sabéis el motivo del silencio de este blog en las últimas semanas: De los dos que nos alternábamos escribiendo nuestros somormujos, detritos y ponzoñas, uno ya no lo hará más.
De todas las maneras tontas de morirse, de tétanos (sí, de tétanos por pasar de irse a ponerse la inyección después de tener un accidente en bici) está alta en el ranking y, de alguna manera, es apropiada.
Ozy vivía intensamente y de manera no convencional y su muerte (su agonía) ha sido también intensa y no convencional. Yo creía que ya nadie moría de tétanos. No me lo podía creer mientras le veía en el hospital, entubado, rígido, con el cuerpo curvado hacia atrás. Puta mierda de vida, puta mierda, puta mierda, mierda puta.
He pensado en dejarlo. Dejar este blog, que era tan de los dos. Nadie adivinaba nunca qué post escribíamos cada uno. Es como un adulterio seguirlo sin él, pero por otro lado... A él le hubiera gustado que siguiera, habría dicho que qué tienen que ver las orejas con comer trigo, que porqué hacer de la muerte un hecho relevante, que el número de átomos del universo sigue siendo el mismo, que el muerto al hoyo y cuatrocientas paridas más. Era cínico el jodío.
Así que creo que seguiré. No es que me apetezca mucho pero lo intentaré. Claro que Rorschach es sólo Rorschach, pero bueno.
Aprovecho para agradecer todos los mensajes de apoyo que he recibido en los últimos días. Tal vez por ellos seguirá el blog. Me han ayudado mucho.
Por terminar, contestaré a las preguntas más frecuentes recibidas en el mail del blog los últimos días, a las que me da la gana contestar, claro.
-No, no desvelaré la identidad de Ozy. Rorschach y Ozymandias seguirán en el anonimato, forever.
-Sí, eramos amantes. ¿qué pasa?
-Ozy era empresario. Tenía una empresa de desratización y otra de limpieza de fosas sépticas. No es coña.
Ay, Ozy, ay. ¡Qué sola me has dejao!
4 comentarios:
Ánimo, Rosry.
Recuerda las palabras que dijo Terence McKenna cuando se enteró de la muerte de su amado Stuart: ¡Qué desasosiego produce saber que hay distancias mas grandes que las que separan dos galaxias¡ ¡Qué consuelo haber sabido que dos corazones pueden estar más cerca que dos partículas subatómicas!
Esa belleza extraña que deja Ozymandias en el recuerdo es la que te tiene que impulsar a seguir berreando, a busar unas nuevas coordenadas dentro del cuadrante mágico.
Yo también le quería...
Se me parte el corazon... Solo se me ocurre ofrecerte el servicio de Tele-viaje de Telefonica. Las cosas importantes no se hacen en frio, pero si hay una reunion de por medio el tema cambia.
Lo de morir de tétanos es tan romántico ... ya nadie se muere así :-( El otro día estuvimos comiendo con dos candidatos por el volumen
Publicar un comentario