Todavía no está publicada en castellano. No se quién tiene los derechos.
Es una noveleta de ciento y pocas páginas de un escritor brillante, irregular y decadente. Decadente como la ciencia-ficción. Cuando discuto con Juanito siempre niego que la ciencia-ficción esté moribunda, pero ahora que no nos oye tengo que admitir que sí. Este es de los mejores y no es ni una sombra de lo que ha sido. Ni una sombra de aquel sombrío que asombró al mundo cuando publicó Hyperion en 1990, una novela que acaparó todos los premios con una imaginación y una calidad literaria sin parangón en la ya adocenada vulgaridad de un género que apenas produce fantasías didácticas mormonas o tratados de autoayuda para niños enclenques.
La verdad es que cuando uno piensa en la buena ciencia ficción, casi siempre se remonta décadas, sea uno de James Blish, de Alfred Bester, de Frederick Pohl, de Gene Wolfe....
Dan Simmons -como la ciencia-ficción- tampoco es lo que era. Pero quien tuvo, retuvo. Amor por Shakespeare que trasciende la peripecia (Romeo, Macbeth, Hamlet y Mucho Ruido y Pocas Nueces) y poco más: Una cosmogonía paleta y una trama pueril. Aparte del Shakespeare que permea todo, sólo algunos brillantes momentos imaginativos, con alienígenas más creíbles y casi menos planos que los personajes principales. ¡Qué triste que sea de lo mejor de c-f que he leído últimamente!
Pero claro, si echamos una mirada a los diez libros de ciencia-ficción más vendidos de Amazon.com
encontramos:
Uno de R.L. Stevenson, otro de Mary Shelley, otro de H.G. Wells, dos de Ayn Rand y otro de Star Wars. Parecería que el favor del público nos ha abandonado definitivamente... ¿Quedamos sólo cuatro friquis a los que nos gustan estas cosas?
1 comentario:
...o cinco.
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