martes, 15 de marzo de 2011

Llega el Invierno


¿Cómo distingues una gran historia de un folletín?
¿Cómo distingues una novela trágica, épica,vibrante y madura de una yuxtaposición de muertes, saqueos, incestos y traiciones en una acumulación improbable?

La respuesta es que es difícil distinguirlos. Tan fina es la línea que separa lo grandioso de lo grandilocuente, lo emocionante de lo populista. Con Juego de Tronos en particular, y con Canción de Hielo y Fuego en general, padezco una cierta disociación cognitiva. Me encanta, y no entiendo porqué. Es más, a ratos me parece que no me debería gustar: ¿Dragones? ¿Bastardos? ¿Torneos? Como decía el Estagirita:

-¡Vamos, no jodas!

Creo que el secreto está en el oficio. Me la he vuelto a leer (quince años después) y constato que aguanta el paso del tiempo y que está bastante pero que bastante bien escrita. Muy bien escrita para ser el típico-rollo-de-fantasía-pseudomedieval-de-espada-y-brujería. Martin sabe lo que se hace, Martin sabe lo que se trae entre manos. Martin no improvisa. Tal vez por eso el quinto tomo (A Dance of Dragons) ha tardado en salir más de cinco años, si es que al final lo hace en Julio como está anunciado. Martin dixit "Se a donde quería llevar la historia, pero el camino para ir del principio al final está siendo más complicado de lo que esperaba". Quedan otros dos tomos. Ya veremos si alguna vez se concluyen.

La opinión mayoritaria en USA es que se estamos ante la obra de Fantasía más renovadora desde Tolkien. Esto es parcial puesto que los americanos tienden a sólo conocer la fantasía anglosajona, pero aun así es relevante.

Se trata de una novela de gran escala, a la Guerra y Paz, de muchos kilómetros, muchos años, muchos paisajes, muchos personajes y muchos acontecimientos. Novelón para los que nos gusta leer novelones. Novelón para las vacaciones...

Se trata de una novela coral, escrita desde el punto de vista de decenas de personajes y los acontecimientos se ven desde distintas interpretaciones y perspectivas. No hay protagonista, o sí, el protagonista es el Juego de Tronos y los personajes -incluso los que pueden parecer en un momento principales- son coyunturales, fragmentarios y en más de una ocasión prescindibles y descartados.

Los personajes son adultos, complejos, mezquinos y malvados, humanos en definitiva.  Nada de hobbits de Disneylandia ni de arquetipos unidimensionales. Me gustan.

El elemento fantástico es parte del paisaje pero no es central en la historia. Apenas en cuatro ocasiones en casi mil páginas (dos en las nieves allende el Muro, una en una tienda de campaña y finalmente en la última página del tomo) aparecen elementos claramente fantásticos más que de historia alternativa. La magia arropa pues la historia pero apenas la embellece, no la transforma.

Martin no esconde sus influencias, ni de donde saca sus ideas:
  • La Guerra de los Cinco Reyes es casi la de las Dos Rosas, con unos Lancaster y unos York apenas travestidos en Lannister y Stark.
  • El Muro es sin duda el de Adriano, en Gran Bretaña (Westeros). Más allá hay pictos y monstruos.
  • Valiria la de la grandeza perdida es una Roma que de remota parece casi mitológica.
  • Los Dothraki son claramente mongoles que viven a caballo sobre el mar de hierba.
  • ...
No son ideas originales, pues ¿y qué? ninguna lo es nunca, puesto que descansamos sobre los hombros de los que vinieron antes.

En Abril comienza la serie en HBO y en España creo que comienza en Mayo en Canal Plus. Atención que A Game of Thrones y A Dance of Dragons acabaran el año en la lista de libros más vendidos, y si no al tiempo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es bueno en general (personajes, ritmo, variedad de situaciones y visiones de la realidad incluyendo la creencia en lo mágico...) y crudo e impactante (sexo, violencia, política descarnada...) Quizá por esto último temo que la serie sea una patata. Una tentación para quien busca negocio.

E incorpora dos elementos poco habituales.

1- La ruptura de las propias expectativas. Prácticamente en todas las novelas se puede jugar a adivinar el futuro por el tratamiento que el autor da a las situaciones y personajes(quien morirá, ganará, quienes se juntarán...) Aquí también. Pero sistemáticamente te rompe en un momento dado la trayectoria. Es impresionante cómo elimina repentinamente personajes a los que había cargado de detalles y valor. Y de expectativas para el lector.

Como si el autor se pasase un año trabajando para acumular un millón de dolares y luego lo tirase en un giro imprevisto de la realidad.
Una faceta de la vida real a la que no nos acostumbran los fabricantes de historias. Cuesta tirar a la basura a un personaje después de prepararlo durante años para ser relevante. Pero, en la vida real ¡cuantos Nadales a punto de triunfar estarán cayendo todos los años por cualquier imprevisto!

2- El crudo realismo. Cómo cargar contra la población puede hacer que la población desconfíe... de tu adversario. Cómo cualquier tipo de persona puede acabar consiguiendo el trono. El fuerte, el recto, el intrigante, el eficaz sin escrúpulos o incluso su hija precipitada y caprichosa.

Está bene el libro. Desconfío y mucho de su puesta en escena.

Buen día,